Alloy - Shampoo, Acondicionador Y Jabón Corporal Liq 3 En 1

Descripción

Conjunto de cuidado básico Alloy para hombre de Melaleuca

Dispensador se vende por separado o en una publicación distinta

Champú, acondicionador y jabón corporal líquido Alloy 3 en 1: Idóneo tanto para el hombre que no baja el ritmo, así como para el que se precia de ducho en la ducha, el champú, acondicionador y jabón corporal líquido Alloy 3 en 1 deja la piel y el cabello limpios, hidratados y lozanos. Produce abundante espuma de agradable aroma perfecta para el cabello largo, corto ¡o hasta sin nada de cabello!

Una única solución para el cuerpo entero

Que todos debamos bañarnos con regularidad parecería una obviedad, pero los estudios indican que hay quienes no lo hacen bien. Por ejemplo, ¿sabía que el 20 % de las personas no se lavan las piernas ni los pies en la ducha? Con este producto es facilísimo limpiarse de pies a cabeza.

Cabello y cuero cabelludo: Aplique el champú, acondicionador y jabón corporal líquido 3 en 1 mientras masajea el cabello y cuero cabelludo para limpiar y acondicionar esta zona, así como para estimular los folículos. Enjuáguese bien para evitar que el producto se acumule en la piel o el cabello.

Brazos y pecho: Las zonas más extensas pueden requerir que le dé al dispensador un par de veces. No se olvide de lavar también la espalda y las axilas. Dato curioso: El olor a sobaco no es producto del sudor sino de la acumulación de bacterias.

Piernas: No, las piernas no quedan limpias con tan solo dejar que el agua jabonosa del resto del cuerpo les pase por encima. Hay que frotarlas un poquito para eliminar la suciedad, el exceso de oleosidad, las células muertas y las bacterias que causan el mal olor. Al limpiar esta parte del cuerpo, céntrese en las rodillas y la zona justo detrás, donde la suciedad tiende a acumularse.

Pies: Al igual que con las piernas, el agua jabonosa que se le escurre por el cuerpo no surte el mismo efecto que un buen tallado de pies. Cada pie tiene aproximadamente 125,000 glándulas sudoríparas (más que en cualquier otra parte del cuerpo). Lávese bien los pies cada vez que se ducha y preste especial atención a la piel entre los dedos. Y que no se le pase por alto secarlos como se debe, ya que no hay nada que les gusta más a los hongos que la humedad y la oscuridad.