Birdman: cómo se hizo la película y momentos que quizás te perdiste

La película “Birdman” se ha consolidado como una de las obras más innovadoras y discutidas de la década, galardonada con 4 premios Oscar. Este filme no solo destaca por su narrativa audaz, que aborda temas como la fama y el ego a través de la vida de un actor en declive, sino también por su singular estilo visual que simula un plano secuencia continuo.

Este artículo se adentra en los detalles de producción de “Birdman”, explorando su compleja realización y los momentos clave que pueden haber pasado desapercibidos para el espectador. Puedes disfrutarla de forma gratuita a través de Mercado Play.

La película “Birdman” (o “Birdman: La inesperada virtud de la ignorancia”) fue estrenada en 2014 y dirigida por Alejandro G. Iñárritu, un cineasta mexicano conocido por su estilo innovador y profundo en galardonadas películas como “El renacido” y “

”. 

“Birdman” es una obra que combina el drama con la sátira para explorar temas de fama, ego y relevancia, a través de la historia de un actor en declive que busca redimirse. 

La película fue producida por New Regency Pictures, M Productions y Le Grisbi Productions, en colaboración con la distribuidora Fox Searchlight Pictures. Los productores principales fueron Alejandro G. Iñárritu, John Lesher, Arnon Milchan y James W. Skotchdopole. 

El presupuesto se estima en alrededor de 16 millones de dólares, un monto relativamente modesto para una producción que buscaba una fuerte impresión artística más que un éxito de taquilla.

El guión de “Birdman” fue escrito por Alejandro G. Iñárritu junto a Nicolás Giacobone, Alexander Dinelaris Jr., y Armando Bó, todos ellos colaboradores frecuentes de Iñárritu. La narrativa de la película se desarrolla principalmente en el interior de un teatro de Broadway, en un período de tiempo limitado que abarca los días previos al estreno de una obra que Riggan está escribiendo, dirigiendo y protagonizando. 

El guión explora de manera crítica el mundo de la actuación, los medios de comunicación y la búsqueda de relevancia personal y profesional, mientras Riggan enfrenta tanto la presión de la crítica como sus propios demonios internos, simbolizados por la voz constante de “Birdman”, el alter ego que lo sigue atormentando.

El reparto está encabezado por Michael Keaton, quien interpreta a Riggan Thomson, un actor que alcanzó la fama interpretando al superhéroe Birdman décadas atrás, pero que ahora lucha por ser tomado en serio como artista. Keaton, conocido por su propio papel como Batman en el pasado, aporta una capa de auto-referencialidad a su actuación, sumergiéndose en la crisis existencial de su personaje. 

Edward Norton interpreta a Mike Shiner, un actor de teatro con un talento desbordante pero con una personalidad difícil, y Emma Stone encarna a Sam, la hija de Riggan, quien intenta recuperarse de una adicción a las drogas mientras trabaja como asistente de su padre. 

También destacan las actuaciones de Naomi Watts como Lesley, una actriz insegura que participa en la obra de Riggan, y Zach Galifianakis como Jake, el representante y mejor amigo de Riggan, que intenta mantener la obra a flote y evitar que su cliente se hunda emocionalmente.

La música de “Birdman” es un elemento fundamental para su atmósfera y fue compuesta principalmente por Antonio Sánchez, un renombrado baterista de jazz. 

La banda sonora es inusual y arriesgada, ya que consiste casi exclusivamente en una batería de jazz que acompaña la película con un ritmo frenético e impredecible, reflejando la tensión emocional del protagonista y el ritmo caótico de su mente. La percusión acompaña los momentos de introspección, furia y desconcierto de Riggan, convirtiéndose en un reflejo auditivo de su estado de ánimo. 

La apuesta de Iñárritu por esta banda sonora fue audaz y le otorga a “Birdman” una identidad sonora muy particular, destacando la improvisación y la energía que coinciden con la esencia de la historia.

La realización de “Birdman” fue un desafío técnico y artístico que reflejó la ambición del director Alejandro G. Iñárritu de crear una obra que no solo contara una historia única, sino que también rompiera con las convenciones tradicionales del cine. 

Desde el inicio, Iñárritu buscó que “Birdman” se sintiera como una experiencia continua, casi teatral, que capturara la intensidad de un momento prolongado. Para ello, utilizó un enfoque visual que dio la impresión de que la película estaba filmada en un solo plano secuencia, lo que requirió un trabajo meticuloso en términos de planificación, diseño de producción, cinematografía y edición.

La cinematografía y el estilo visual de “Birdman” fueron liderados por Emmanuel Lubezki, uno de los directores de fotografía más reconocidos de la industria. Conocido por su capacidad para trabajar con la luz natural y por sus planos largos, Lubezki fue clave para lograr el efecto de un plano secuencia único que buscaba Iñárritu. 

La película se filmó con una serie de tomas largas que luego se unieron de forma precisa en la edición para crear la ilusión de continuidad. Esto permitió que la narrativa fluyera de una escena a otra sin cortes evidentes, manteniendo una tensión constante que imita la naturaleza ininterrumpida del teatro en vivo.

El estilo visual se caracteriza por la fluidez de la cámara, que sigue a los personajes por los pasillos, escenarios y azoteas del teatro, convirtiendo el espacio en un personaje en sí mismo. 

El uso de la luz fue igualmente importante, Lubezki optó por una iluminación que transmitiera una sensación de realidad y naturalismo, trabajando con la luz existente en el teatro y ajustando cuidadosamente los niveles para que los movimientos de la cámara y los actores no fueran interrumpidos por la necesidad de reposicionar las luces. Esto también permitió a los actores mantener una actuación más orgánica, sin interrupciones constantes por motivos técnicos.

Los recursos visuales fueron fundamentales para lograr el tono y la atmósfera de “Birdman”. La película utiliza espejos, reflejos y encuadres cerrados para simbolizar la introspección y el aislamiento de Riggan Thomson. 

Los espejos, en particular, son una metáfora recurrente que sugiere la duplicidad del personaje, atrapado entre su pasado como una estrella de cine y su deseo de ser un artista respetado. A través de ellos, el espectador puede ver a Riggan confrontar tanto su propia imagen como las expectativas que los demás tienen de él. 

Además, las transiciones entre escenas a menudo implican un cambio sutil en la luz o un movimiento de la cámara que nos lleva de un espacio a otro sin que se note el corte, contribuyendo a la atmósfera onírica de la película.

La utilización de efectos especiales es limitada pero muy efectiva. Aunque la película se concentra en el realismo de un teatro de Broadway, hay momentos en los que la realidad se deforma, especialmente en las secuencias donde el alter ego de Riggan, Birdman, aparece. 

Estas escenas muestran a Riggan volando sobre la ciudad de Nueva York o destruyendo calles con poderes sobrenaturales, lo cual subraya su conflicto interno entre la percepción de sí mismo como una figura poderosa y su realidad frágil. 

Estos momentos de fantasía están diseñados para que se integren de forma fluida con el resto del metraje, lo que hace que la película oscile constantemente entre la percepción interna del personaje y la realidad que lo rodea.

La edición, a cargo de Douglas Crise y Stephen Mirrione, fue uno de los aspectos más desafiantes del proyecto, ya que debían unir las tomas largas de manera que parecieran una única secuencia. 

Esto implicó encontrar puntos estratégicos para ocultar las uniones, como movimientos rápidos de la cámara o transiciones que pasan por zonas oscuras. La edición no solo fue fundamental para mantener la ilusión del plano secuencia, sino que también contribuyó al ritmo frenético de la película, que acompaña la creciente desesperación de Riggan y la inminencia del estreno de su obra. 

Este estilo también permite que el espectador se sienta siempre presente, como si fuera un testigo más dentro del teatro, siguiendo cada paso y cada respiración de los personajes.

“Birdman” también se beneficia de un diseño sonoro que complementa el estilo visual. Además de la batería de Antonio Sánchez, se trabajó cuidadosamente en el sonido ambiental del teatro y la ciudad de Nueva York. 

Los ruidos de la calle, las conversaciones lejanas y los pasos en los pasillos refuerzan la atmósfera de un mundo vivo y lleno de detalles, mientras que los momentos en los que la batería se apodera de la escena reflejan el caos mental de Riggan. 

El uso de la música y el sonido contribuye a la creación de un ambiente que es al mismo tiempo claustrofóbico y expansivo, capturando el contraste entre los espacios confinados del teatro y la vastedad del cielo de Nueva York.

En su conjunto, la producción de “Birdman” fue un reto que involucró a todos los departamentos de manera integral, desde la dirección y la cinematografía hasta la edición y el diseño de sonido. Cada aspecto del proceso de realización se alineó con la visión de Alejandro G. Iñárritu de crear una experiencia inmersiva y continua, que desafiara tanto a la audiencia como a los propios actores. 

En “Birdman”, hay varios detalles y momentos que pueden pasar desapercibidos para el espectador, pero que añaden profundidad a la narrativa y al desarrollo de los personajes. 

La película está llena de elementos simbólicos, referencias sutiles y conexiones temáticas que enriquecen la historia, especialmente cuando se revisan con una mirada más detallada. Estos momentos van desde referencias culturales y cinematográficas hasta detalles de la puesta en escena que subrayan las luchas internas de los personajes, en especial las de Riggan Thomson.

Uno de los momentos que muchos espectadores pueden perderse es la forma en la que la película alude continuamente al propio pasado de Michael Keaton como el intérprete de Batman. 

Esto no solo establece una conexión directa con la vida real del actor, sino que también le añade una capa metanarrativa a la historia de Riggan, quien intenta dejar atrás su identidad como Birdman para ser visto como un artista serio. 

En varios diálogos y comentarios de otros personajes, se alude a la necesidad de Riggan de ser reconocido y amado por su arte, una lucha que Keaton probablemente también ha experimentado en su carrera. Esta referencia velada se convierte en un comentario sobre la presión que enfrentan los actores encasillados en papeles de superhéroes o franquicias populares.

Además, un momento cargado de simbolismo es cuando Riggan imagina que vuela sobre Nueva York. Esta secuencia no solo marca un escape de la realidad sino que también refleja su anhelo de liberarse de la presión de la crítica y de la carga de su pasado como Birdman. 

Sin embargo, la forma en que la secuencia termina con Riggan descendiendo al teatro sugiere que, por mucho que intente escapar de su situación, siempre es atraído de vuelta a su realidad, a los problemas cotidianos que enfrenta. En este sentido, la escena encapsula la lucha entre el deseo de trascender y la inevitable gravedad de su vida y sus problemas.

En una de las últimas escenas de la película, cuando Riggan se encuentra en la habitación del hospital tras intentar suicidarse en el escenario, hay un detalle que se puede perder fácilmente: un pájaro que vuela junto a la ventana. 

Este momento, aunque breve, sirve como un símbolo de la dualidad entre la liberación y la trágica lucha de Riggan. Mientras algunos interpretan que el vuelo del pájaro representa la posibilidad de redención y el renacer artístico de Riggan, otros lo ven como un guiño a su inevitable caída, sugiriendo que su intento de redención puede haber sido en vano.

Finalmente, la dinámica entre Riggan y su hija Sam, interpretada por Emma Stone, contiene sutilezas que muestran el tema central de la película: la desconexión generacional y la necesidad de validación. 

En una escena, Sam le muestra a Riggan una lista de cosas irrelevantes que va anotando como una forma de recordarle que el mundo no gira en torno a él, destacando la obsesión de su padre con su propia importancia. 

Este momento puede parecer una simple discusión, pero subraya la diferencia en la perspectiva de ambos personajes: Riggan está atrapado en su obsesión por el reconocimiento, mientras que Sam, más conectada con la realidad contemporánea, representa la desilusión y el cinismo hacia la fama y el arte.

Desde su estreno, “Birdman” fue aclamada por su innovador estilo visual, su narrativa ambiciosa y las actuaciones sobresalientes de su elenco, particularmente la de Michael Keaton. 

La crítica alabó el guión por su aguda sátira de la industria del entretenimiento y la lucha del artista por encontrar su propia voz. Las interacciones entre los personajes y la representación del ego, la fama y la creatividad resonaron profundamente con el público contemporáneo.

El film fue nominado a varios premios importantes, ganando 4 Oscar, incluyendo “Mejor película”, “Mejor director” y “Mejor guión original”. Michael Keaton recibió elogios unánimes por su interpretación, considerándose un regreso triunfal tras años de ausencia en roles protagónicos.

Sin embargo, no todas las críticas fueron positivas. Algunos detractores señalaron que la película, a pesar de su brillantez técnica, podría ser excesivamente pretenciosa y, en ocasiones, confusa. Además, algunos críticos consideraron que la película se centraba demasiado en la crítica a la industria del cine, dejando de lado el desarrollo de ciertos personajes.

“Birdman” es una obra maestra que trasciende sus logros técnicos para ofrecer una profunda exploración de la psique humana y las complejidades del mundo del espectáculo. La película destaca por su innovador estilo visual, que incluye la ilusión del plano secuencia y una banda sonora única, junto a una rica carga emocional que resuena con los espectadores.

El filme invita a reflexionar sobre la naturaleza del arte, la fama y la lucha por encontrar un sentido de identidad. A través de la historia de Riggan Thomson, “Birdman” se convierte en un recordatorio de que, en la búsqueda del reconocimiento y el éxito, la autenticidad y la conexión con uno mismo son los logros más valiosos de todos. Su legado perdura, generando conversaciones significativas mucho después de su estreno.