Cómo termina Death Note y cómo es diferente del manga

La adaptación de Death Note de Netflix en 2017 generó controversia entre los fanáticos del

Más allá de las críticas a la trama y los personajes, un punto clave de debate fue su final, que se desvía significativamente de la obra de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata. 

En este artículo, analizaremos en detalle el desenlace de Death Note en el anime y el manga, destacando las diferencias clave y explorando las implicaciones de estos cambios.

En el anime, Light Yagami, el brillante estudiante que se convierte en el asesino Kira, se enfrenta a un clímax lleno de tensión en un almacén abandonado. Acorralado por el equipo de investigación liderado por L y Near, Light pierde el control y revela su verdadera identidad en un ataque de desesperación. En un intento por escapar, Light suplica a Mikami, un seguidor fanático de Kira, que escriba los nombres de todos los presentes en el Death Note. Sin embargo, Mikami, manipulado por Near, escribe un nombre falso, revelando el engaño de Light .   

Herido y desesperado, Light intenta justificar sus acciones, argumentando que actuó por el bien del mundo. Sin embargo, sus palabras caen en oídos sordos. Near, con la frialdad que lo caracteriza, desmantela los argumentos de Light, exponiendo la verdadera naturaleza de sus crímenes. Light, en un último acto de desesperación, intenta usar un trozo del Death Note escondido en su reloj para matar a Near, pero Matsuda, un miembro del equipo de investigación, le dispara varias veces, impidiéndole llevar a cabo su plan.   

En este punto, Ryuk, el Shinigami que le entregó el Death Note a Light, decide intervenir. Recordando la promesa que le hizo a Light al principio de la historia – que él sería quien escribiría el nombre de Light en su Death Note cuando llegara su momento – Ryuk escribe el nombre de Light en su propio Death Note, poniendo fin a la vida del joven. Light muere en el almacén, con una expresión de terror en su rostro, mientras Ryuk observa con indiferencia. La escena final muestra a Ryuk regresando al mundo Shinigami, dejando atrás el legado de Kira y las preguntas sin respuesta sobre la justicia y el poder.

El manga presenta un final similar en esencia pero con algunas diferencias notables. Al igual que en el anime, Light se encuentra acorralado en un almacén, pero en esta versión, Mikami, en lugar de escribir un nombre falso, se suicida. Este acto desesperado de Mikami distrae al equipo de investigación, dándole a Light una oportunidad de escapar. Sin embargo, Light es herido de bala por Matsuda, un miembro del equipo de investigación .   

A diferencia del anime, donde Light muere en el almacén, en el manga, Light logra escapar, aunque gravemente herido. Mientras intenta huir, Ryuk, fiel a su naturaleza de Shinigami, escribe el nombre de Light en su Death Note . Light muere desangrado en una escalera, lejos del almacén, con una imagen final que lo muestra suplicando por su vida, un contraste stark con la imagen de dios que había construido para sí mismo .   

El manga también incluye un epílogo que muestra a los miembros del equipo de investigación reflexionando sobre los eventos y un misterioso grupo de seguidores de Kira rindiéndole homenaje. Near, ahora reconocido como el sucesor de L, se enfrenta al dilema de cómo lidiar con el legado de Kira y la persistente creencia en su ideal de justicia. 

Las diferencias entre el final del anime y el manga, aunque parezcan sutiles, tienen un impacto significativo en la interpretación de la historia. En el anime, la muerte de Light a manos de Ryuk se presenta como un acto de cumplimiento de una promesa, casi como un castigo divino por sus acciones. En el manga, la muerte de Light es más brutal y desesperada, enfatizando su vulnerabilidad y la pérdida de control sobre su destino.

La inclusión del suicidio de Mikami en el manga añade una capa de complejidad a la trama. Mikami, un personaje que representa la devoción extrema a Kira, se convierte en un instrumento de su propia destrucción. Su acto final, aunque motivado por la lealtad, termina sellando el destino de Light.

El epílogo del manga también ofrece una perspectiva diferente sobre el legado de Kira. Mientras que el anime termina con la muerte de Light, el manga sugiere que sus acciones tuvieron un impacto duradero en el mundo, generando un culto a su figura. Esto plantea interrogantes sobre la naturaleza de la justicia y el poder de las ideas, incluso después de la muerte de su creador.

La película de Netflix de 2017 toma un camino completamente distinto. En esta versión, Light Turner, la versión americana de Light Yagami, se enfrenta a Mia Sutton, su novia y cómplice, en la cima de la rueda de la fortuna de Seattle. Mia, obsesionada con el poder del Death Note, intenta traicionar a Light y quedarse con el cuaderno . Light, anticipándose a la traición, escribe el nombre de Mia en el Death Note, condicionando su muerte a que ella tome el cuaderno.   

Mia muere al caer de la rueda de la fortuna mientras Light manipula los eventos para que parezca que él también murió en el accidente. Al final de la película, Light sobrevive y se queda con el Death Note, con la intención de continuar su "misión" . 

Este final, con un Light victorioso y sin remordimientos, contrasta radicalmente con el final del anime y el manga, donde Light es derrotado y su reinado de terror llega a su fin. 

La adaptación de Netflix de Death Note fue recibida con críticas mayoritariamente negativas, especialmente por parte de los fans del anime y manga original. Las razones de esta recepción negativa son múltiples:   

La película se toma libertades creativas que alteran la esencia de la historia. Light Turner es un personaje mucho más impulsivo e inestable que Light Yagami, mientras que L pierde la calma y la serenidad que lo caracterizan en el anime. La dinámica entre ambos personajes, que en el anime es una batalla intelectual llena de tensión, se reduce a una serie de enfrentamientos con poca profundidad.   

La película simplifica la trama y las motivaciones de los personajes, eliminando la complejidad moral y el debate sobre la justicia que son centrales en el anime. La lucha entre el bien y el mal, la corrupción del poder y las consecuencias de jugar a ser dios, temas que se exploran con profundidad en el anime, se tratan de forma superficial en la película.   

La película intenta condensar una historia compleja en 100 minutos, lo que resulta en una narrativa apresurada y superficial. Muchos críticos señalan que la película habría funcionado mejor como una miniserie o con una mayor duración para desarrollar adecuadamente la trama y los personajes .   

A diferencia del anime, que se centra en el suspenso psicológico, la película incluye escenas de violencia gráfica que no encajan con el tono original. La muerte de Light en el anime es un momento impactante por su significado simbólico, mientras que en la película, la muerte de Mia se presenta como un espectáculo visual gratuito.   

La película no logra capturar la esencia de la batalla intelectual y psicológica entre Light y L, que es fundamental para el atractivo del anime original. La película modifica las reglas del Death Note, incluyendo la posibilidad de "cancelar" una muerte si se destruye la página del cuaderno donde se escribió el nombre.

Este cambio, aunque pueda parecer menor, tiene implicaciones significativas para la trama y la tensión narrativa, ya que elimina la sensación de inevitabilidad y las consecuencias permanentes que caracterizan al Death Note en el anime.   

La adaptación de Death Note de Netflix pone de manifiesto las dificultades inherentes a la hora de trasladar el estilo visual, el ritmo y los matices de los personajes de un anime a un formato live action. El anime, con su libertad creativa y su capacidad para expresar emociones y pensamientos de forma visual, presenta un desafío único para los cineastas que buscan capturar su esencia en un entorno real.   

En el caso de Death Note, la película no logra replicar la atmósfera de suspenso psicológico del anime, optando por un enfoque más orientado a la acción y la violencia gráfica. Además, la condensación de una trama compleja en un formato más corto resulta en la pérdida de detalles y subtramas que enriquecen la historia original.

Es importante mencionar que la adaptación de Netflix no es la primera incursión de Death Note en el live action. En 2006, se estrenaron dos películas japonesas que adaptaron la historia de forma más fiel al manga original. Estas películas, dirigidas por Shusuke Kaneko, fueron mejor recibidas por los fans y la crítica, en parte gracias a su mayor fidelidad al material original y a la interpretación de Kenichi Matsuyama como L.

A diferencia de la adaptación de Netflix, las películas japonesas mantienen la ambientación en Japón y conservan la complejidad de los personajes y la trama. Aunque también realizan algunos cambios, estos se perciben como más orgánicos y respetuosos con la obra original.

En definitiva, la película live action de Death Note de 2017 no puede considerarse una buena adaptación del anime. Si bien presenta la premisa básica y algunos elementos reconocibles, los cambios drásticos en la trama, los personajes y el tono la alejan considerablemente de la obra original. La película falla en capturar la esencia de la batalla intelectual entre Light y L, simplifica en exceso la trama y los personajes, e introduce elementos que no encajan con el espíritu del anime.

Si buscas una experiencia fiel a Death Note, te recomendamos el anime, el manga o las películas japonesas de 2006. Sin embargo, la película de Netflix puede resultar un entretenimiento curioso para aquellos que no estén familiarizados con la obra original o que busquen una versión diferente con un enfoque más occidental.

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