¿De qué se trataba “Aquellos viejos tiempos” u “Old school”?

En 2003, “

” (“Old school”) llegó al cine como una comedia irreverente que retrata la crisis de los 30 con fiestas descontroladas y mucha nostalgia universitaria. Dirigida por Todd Phillips y con un elenco encabezado por Luke Wilson, Vince Vaughn y Will Ferrell, la película se convirtió en un clásico del género por su humor absurdo y su inesperada reflexión sobre la adultez.

A más de 2 décadas de su estreno, “Old school” sigue siendo una comedia atemporal que no pierde su encanto. Pero, ¿qué la hace tan especial? En este artículo, profundizamos en su producción y su historia llena de momentos memorables.

Si hay un director que sabe cómo capturar la esencia del caos y la comedia en una historia sobre adultos atrapados en situaciones extremas, ese es Todd Phillips. Puedes ver más películas de él y otros directores icónicos de forma gratuita en

. 

Antes de volverse mundialmente famoso con “¿Qué pasó ayer?” (“The hangover”), Phillips ya había demostrado su talento para la comedia con “Road Trip” (2000). Con “Old school”, consolidó su estilo: personajes al borde de la crisis, situaciones absurdas y un ritmo narrativo que nunca decae.

El director no solo se encargó de dirigir la película, sino que también coescribió el guión junto a Scot Armstrong. Juntos, lograron un equilibrio perfecto entre la locura de las fiestas universitarias y el dilema existencial de los protagonistas, creando una historia que, aunque exagerada, resulta sorprendentemente identificable.

Uno de los puntos fuertes de “Old school” es su elenco. Luke Wilson interpreta a Mitch, el hombre común atrapado en el caos, mientras que Vince Vaughn aporta su carisma como el sarcástico Bernard. 

Sin embargo, quien realmente se roba la película es Will Ferrell como Frank "The Tank", un personaje que pasó a la historia como uno de los más memorables del actor.

El reparto se completa con la presencia de Juliette Lewis, Ellen Pompeo y Jeremy Piven, quienes aportan dinamismo y contribuyen a los enredos que hacen de esta película una montaña rusa de comedia.

Además, hay cameos y apariciones especiales que enriquecen la experiencia, haciendo de “Old school” una película con un reparto tan divertido como talentoso.

La historia sigue a 3 amigos que, tras darse cuenta de que la adultez no es tan emocionante como imaginaban, deciden revivir sus días de gloria universitaria fundando su propia fraternidad. 

Todo comienza cuando Mitch (Luke Wilson) regresa de un viaje de negocios y descubre que su novia Heidi lo ha estado engañando en un encuentro grupal bastante incómodo. Devastado, decide mudarse a una casa cercana a una universidad, sin imaginar que esto cambiará su vida.

Su amigo Bernard (Vince Vaughn), un empresario cínico y manipulador, ve la oportunidad perfecta para transformar la casa de Mitch en el epicentro de las fiestas universitarias. Por su parte, Frank (Will Ferrell), recién casado, se deja arrastrar por la idea, a pesar de los problemas que esto podría causar en su matrimonio.

Lo que comienza como una simple reunión entre amigos termina convirtiéndose en una auténtica fraternidad ilegal. 

Poco a poco, reclutan a un grupo de inadaptados de todas las edades, organizan fiestas épicas y desafían la autoridad del malvado decano Pritchard (Jeremy Piven), quien tiene cuentas pendientes con ellos desde sus días de universidad.

En medio de fiestas alocadas, competencias absurdas y situaciones ridículas, los 3 amigos enfrentan sus propios conflictos personales. Mitch se encuentra con una oportunidad romántica con Nicole (Ellen Pompeo), Bernard cuestiona su matrimonio, y Frank lucha entre su deseo de madurar y su espíritu fiestero que no quiere desaparecer.

Pero, como era de esperarse, su idílico regreso a la vida universitaria no tarda en desmoronarse cuando el decano Pritchard decide acabar con la fraternidad y recuperar el control del campus. ¿Podrán Mitch, Bernard y Frank salvar su hermandad y, al mismo tiempo, encontrar el equilibrio en sus vidas?

Después de múltiples intentos fallidos de deshacerse de la fraternidad, el decano Pritchard finalmente encuentra la manera de expulsarlos de la universidad. 

Sin embargo, Mitch, Frank y Bernard descubren que el decano ha abusado de su poder y utilizan esa información en su contra, obligándolo a renunciar. Con él fuera del camino, la fraternidad sobrevive, pero no sin consecuencias.

Frank, tras haber llevado su vida al extremo con su alter ego "Frank el Tanque", acepta que su matrimonio ha fracasado y decide mudarse a la casa de la fraternidad para seguir disfrutando de su estilo de vida desenfrenado. 

Bernard, por su parte, regresa a su rutina familiar con la satisfacción de haber vivido una última gran aventura. Mitch, el más equilibrado de los 3, comprende que lo que realmente necesita no es una fraternidad, sino estabilidad. Decide mudarse y darle una oportunidad real a su relación con Nicole, alejándose del caos de los últimos meses.

Aunque hoy es imposible imaginar a otro actor en el papel de Frank "The Tank", en un principio, el estudio consideró a Ben Stiller para el papel. Sin embargo, Ferrell terminó llevándose el personaje y creando una de sus interpretaciones más icónicas.

Uno de los momentos más memorables de la película es cuando Frank, en pleno estado de éxtasis fiestero, se desnuda y corre por la calle gritando "¡Vamos a correr desnudos por el campus!". 

Lo divertido es que, durante el rodaje, la gente que estaba en la calle no sabía que se trataba de una película, lo que generó reacciones genuinas de sorpresa.

Durante años, hubo rumores sobre una posible secuela de “Old school”, incluso con un guión tentativo titulado “Old school two”. Sin embargo, Todd Phillips y el elenco nunca lograron concretar el proyecto, dejando a los fans con la pregunta de qué habría pasado con la fraternidad en el futuro.

“Aquellos viejos tiempos” (“Old school”) no es solo una comedia universitaria más, sino una película que logró capturar con humor el dilema de la adultez y la nostalgia por el pasado. Con personajes inolvidables, un guión lleno de momentos icónicos y un mensaje que sigue resonando, esta película se mantiene como un referente del cine de comedia de los 2000.

A fin de cuentas, “Old school” nos enseña que no hay nada de malo en divertirse, pero que aferrarse demasiado al pasado puede impedirnos disfrutar del presente. Así que, aunque nunca está de más recordar los buenos tiempos, lo importante es seguir adelante, sin olvidar quiénes somos y qué queremos realmente en la vida.