


Espumosa Bebida De Flores. Cacao Y Chocolate Maya Virreinal
Lo que tienes que saber de este producto
- De bolsillo.
- Colección: Miradas a la historia.
- Género: Historia.
- Subgénero: Historia del cacao.
- Manual.
- Número de páginas: 126.
- Edad mínima recomendada: 12 años.
- Dimensiones: 11cm de ancho x 16.5cm de alto.
- Peso: 100g.
- ISBN: 9786078740406.
Características del producto
Características principales
Título del libro | Espumosa bebida de flores |
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Subtítulo del libro | Cacao y chocolate en el ámbito maya virreinal |
Autor | Mario Humberto Ruz |
Idioma | Español |
Editorial del libro | Academia mexicana de la historia |
Edición del libro | 1a |
Tapa del libro | Blanda |
Volumen del libro | Único |
Con índice | Sí |
Año de publicación | 2024 |
Otros
Cantidad de páginas | 126 |
---|---|
Altura | 16.5 cm |
Ancho | 11 cm |
Peso | 100 g |
Material de la tapa del libro | Cartulina |
Con páginas para colorear | No |
Con realidad aumentada | No |
Género del libro | Historia |
Subgéneros del libro | Historia del cacao, Mayas |
Tipo de narración | Manual |
Tamaño del libro | Bolsillo |
Colección del libro | Miradas a la historia |
Edad mínima recomendada | 12 años |
Escrito en imprenta mayúscula | Sí |
Cantidad de libros por set | 1 |
ISBN | 9786078740406 |
Descripción
Resumen:
“¡Oh divino chocolate, que arrodillado te muelen, manos plegadas te baten y ojos al cielo te beben!”, así loaba en el siglo XVIII el poeta valenciano Marco Antonio de Orellana al chocolate, aludiendo a lo que de sacrosanto tenía la bebida. No en balde el nombre científico que le dio Linneo a la planta productora refería también a lo sacro: Theobroma, de Theos, dios, y broma, alimento.
Adicionada con diversos componentes, la bebida supo de una pronta aceptación en España y, desde allí, Europa y el resto del mundo, como busca mostrar este libro, que habla de su cultivo, comercio, y hasta de las adulteraciones y las disputas científicas y religiosas que motivaron el cacao y el chocolate, las que incluso han servido para anclar identidades. Pregonaba Carlos Pellicer: “Yo que de Tabasco vengo con nudos de sangre maya, donde el cacao molido dio nuevo sentido al agua”.