Felicidad Profunda Según San Juan De La Cruz

Descripción

San Juan De la Cruz, como los grandes maestros de la historia, resiste la prueba del tiempo. Han pasado 15 años dese que publiqué por primera vez este ensayo y el Santo sigue atrayendo lectores, discípulos y admiradores, no sólo en el mundo cristiano, sino también en otros credos religiosos.

Nuevas facetas de su genialidad siguen apareciendo ante la mirada atenta de los estudiosos. Una que deseo subrayar, por su actualidad innegable, consiste en reconocer a san Juan De la Cruz como uno de los místicos promotores del diálogo entre cristianos y musulmanes.

Otra, no menos trascendente, es su habilidad de mistagogo o de maestro que enseña el camino de la mística. Él aparece en el mundo de la teología cristiana, como el gran especialista que ha estudiado, sistematizado y enseñado la virtud teologal de la fe, esperanza y amor, como vía hacia la unión mística con Dios. Su doctrina y experiencia, que lo han convertido en Doctor De la Iglesia, muestran en términos prácticos que "la vida mística comienza cuando un sujeto personaliza el momento central de la vida religiosa, que llamamos actitud religiosa fundamental o actitud teologal, y la encarna en el ejercicio de sus facultades y el discurrir de su vida".

El presente ensayo enfatiza que la actitud teologal introduce en la relación íntima con el Padre, por medio de Cristo y en el Espíritu. En la participación de las relaciones trinitarias cuando la fe madura hasta convertirse en una experiencia mística, el ser humano puede saborear la alegría y gozo indescriptibles que configuran la felicidad profunda.

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