
Gabriel García Márquez. Una vida, de Martin, Gerald. Ensayo Editorial Debolsillo, tapa blanda en español, 2014
Lo que tienes que saber de este producto
- Año de publicación: 2014
- Tapa del libro: Blanda
- Género: Biografía, memoria y autobiografía.
- Subgénero: Biográfia y autobiografía.
- Número de páginas: 784.
- Dimensiones: 12.5cm de ancho x 3.2cm de alto.
- Peso: 572g.
- ISBN: 9786073124669.
Características del producto
Características principales
Título del libro | Gabriel García Márquez. Una vida |
---|---|
Serie | Ensayo |
Autor | Martin, Gerald |
Idioma | Español |
Editorial del libro | Debolsillo |
Tapa del libro | Blanda |
Año de publicación | 2014 |
Otros
Cantidad de páginas | 784 |
---|---|
Altura | 3.2 cm |
Ancho | 12.5 cm |
Peso | 572 g |
Género del libro | Biografía, memoria y autobiografía |
Subgéneros del libro | Biográfia y autobiografía |
ISBN | 9786073124669 |
Descripción
«No me ha sido fácil sortear las múltiples versiones que García Márquez ha ido sembrando a propósito de todos los momentos determinantes de su vida...» «No me ha sido fácil sortear las múltiples versiones que García Márquez ha ido sembrando a propósito de todos los momentos determinantes de su vida...» A comienzos de agosto de 1966, García Márquez acompañó a Mercedes a la oficina de correos para mandar a Buenos Aires el manuscrito terminado de Cien años de soledad. Parecían dos supervivientes de una catástrofe. El paquete contenía cuatrocientas noventa páginas mecanografiadas. Tras el mostrador, el funcionario de la estafeta anunció: «Ochenta y dos pesos». García Márquez observó a Mercedes rebuscar en el monedero. No tenían más que cincuenta pesos, de manera que solo pudieron mandar una mitad del libro: García Márquez hizo que el funcionario fuese quitando hojas, como si se tratara de lonchas de jamón, hasta que los cincuenta pesos bastaron. Volvieron a casa, empeñaron la estufa, el secador y la licuadora. Regresaron a la oficina de correos y enviaron el segundo bloque. Al salir, Mercedes se detuvo y se volvió a su esposo: «Oye, Gabo, ahora lo único que falta es que esa novela sea mala».