Historia De La Literatura Universal 2 & 3 - Martín De Riquer (Usado)

Descripción

Dos extraordinarios ejemplares en buen estado de conservación, las sobrecubiertas tienen señales de uso y tiempo como se ve en fotografías, los interiores y las tapas sin detalles.

Los tomos segundo y tercero de esta HISTORIA DE LA LITERATURA UNIVERSAL van dedicados exclusivamente a autores y obras de la Edad Media. Por esta razón el presente tomo segundo se inicia con la literatura escrita en griego y en latín durante este período de la historia, a lo que se destina un primer capítulo, que, de hecho, viene a ser la continuación y el final de la materia expuesta en el primer tomo. Las literaturas sánscrita, hebrea y árabe abrirán el tomo tercero de nuestra obra, por las razones que allí se exponen.

El presente segundo tomo incluye después, en extensión mucho mayor, las literaturas medievales de expresión oral, es decir, aquellas creaciones que están destinadas a llegar al público por medio de la voz de un cantor o recitante, como la épica, la poesía y el teatro, relegando para el tomo tercero las que fueron escritas para divulgarse en libros y mediante la lectura.

La poesía ha planteado un problema de distribución a lo largo de nuestra obra. Como sea que la lírica en lengua italiana deja muy tempranamente de ser "medieval" y se hace lo que entendemos por renacentista, ha parecido lógico no romper su línea evolutiva y relegarla, toda ella, al tomo cuarto, redactado por José María Valverde. Y como en este tomo cuarto se entra en una zona que ya puede considerarse cercana o integrante del llamado Siglo de Oro de la literatura española, tampoco ha parecido conveniente separarla, y así los poetas castellanos del siglo XIV en adelante han sido trasladados al citado tomo cuarto. Y, por el contrario, como sea que los líricos franceses y catalanes de los siglos XIV y XV continúan el sentido y el estilo de sus antecesores del XII y del XIII, aquéllos se han hecho entrar en el presente tomo segundo.

Estamos convencidos de que esta distribución de la materia es la más adecuada a nuestro empeño de hacer de una historia de la literatura un libro de lectura, alejado de las imposiciones lógicas y naturales de los manuales de estudio o de consulta. Somos conscientes de que al proceder de este modo, sin duda poco corriente en obras similares, ofrecemos una clara evolución del quehacer literario en varios siglos, precisamente aquellos que se encuentran más alejados de nuestro tiempo, de nuestro temperamento y de nuestros gustos. Y se pretende precisamente acercar al lector de hoy aquellos valores que perduran y que pueden interesarle. Coincide esta actitud con una clara y curiosa vuelta a la Edad Media que se observa en nuestra cultura, manifiesta en el éxito de traducciones y de adaptaciones de novelas medievales, en su incorporación al cine, y en el éxito que últimamente han adquirido los recitales y discos de música medieval. Ante todo había que evitar convertir estos dos tomos dedicados a las letras medievales en un mero repertorio y catálogo de obras y autores, y situar a aquéllas y a éstos en líneas, tendencias y artes que van evolucionando.

Ello supone ciertos desequilibrios en la distribución de las obras literarias y de los escritores; y somos perfectamente conscientes de este particular, pero todo intento de enmienda hubiera dañado la narración de la historia de la literatura. Es evidente, por ejemplo, que muchos son los poetas que figuran en este tomo segundo que revelan el avasallador influjo del Roman de la Rose, de que se trata en el tercero. Aquí, también, se habla de los cantos románicos de la primitiva lírica hispánica, al paso que de su aprovechamiento por parte de poetas hebreos y árabes se hablará en el tercero. En varios de los escritores sobre los que se diserta en la segunda parte del presente tomo se señala y se puntualiza que recibieron influencias italianas de los stilnovisti de Dante y de Petrarca, que son materia a la que se destinan páginas del tomo cuarto.

Todo esto no puede desorientar al lector de la presente HISTORIA DE LA LITERATURA UNIVERSAL, pues desde el momento que se interna en sus páginas ya se da por sabido que está en posesión de unos conocimientos, de una cultura y de una experiencia literaria que le harán comprender que la ordenación adoptada, lejos de ser arbitraria, se fundamenta en una larga experiencia de enseñanza universitaria de esta disciplina.

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