Omegamex 90 Cápsulas

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BENEFICIOS DEL ACEITE OMEGAMEX

Existe ya mucha evidencia científica que demuestra que los omega-3 de pescado ayudan a prevenir la aterosclerosis, infarto al miocardio, arritmias, embolias y enfermedades vasculares en general, ya que ensancha y hace más elásticas las paredes de las arterias y las venas, a la vez que incrementa el tiempo de coagulación, con lo cual disminuye la hipertensión, disminuye la formación de coágulos evitando que las venas o arterias se taponen y regulando los niveles de colesterol y triglicéridos.

El cerebro requiere de una gran cantidad del omega-3 ácido docosahexaenoico (DHA) para realizar mejor sus funciones cognitivas, y estados carenciales del mismo se han relacionado en diversos estudios con la presencia de problemas nerviosos, depresión, incluida la depresión posparto (ver embarazo y lactancia), hiperactividad en los niños, índices más elevados de violencia y suicidios, e incluso mayor incidencia de Alzheimer en adultos con bajo consumo de pescados y sin suplemento del DHA.

Durante el último trimestre del embarazo se desarrolla la corteza cerebral (materia gris) y la madre debe suplir las necesidades de DHA y EPA del feto, para la formación de ésta parte del cerebro, por lo cual lo mejor es consumir un suplemento de omega-3 de origen marino que le permita hacerle frente a esta demanda sin poner en riesgo su propia reserva, ya que cuando esto sucede la escasez que se produce en la madre la puede llevar a la depresión posparto. Durante la lactancia se sigue supliendo de DHA al recién nacido a través de la leche materna.

En el hígado se procesan las moléculas colesterol y triglicéridos y se forman las partículas de Col.-HDL (colesterol "bueno") y Col.-LDL (colesterol "malo"). El consumo de pescado azul o un suplemento de aceite ayuda a incrementar los niveles de colesterol "bueno" y a reducir los de colesterol "malo".

Existen unas moléculas tipo hormonas denominadas eicosanoides cuya estructura se basa en uno de dos ácidos grasos: un omega-3 llamado eicosapentanoico (EPA), o un omega-6 llamado araquidónico (ARA). Este último si bien es muy necesario en la primera etapa de vida, se va requiriendo proporcionalmente cada vez en menor cantidad, ya que es el responsable de producir diversos tipos de eicosanoides "malos" que suelen aparecer con la edad como aquellos asociados a diversos problemas inflamatorios como pueden ser: Artritis, Soriasis, Inflamación en los vasos sanguíneos, Asma, Lupus, Otras enfermedades inflamatorias. Los eicosanoides "buenos" provenientes del EPA (omega-3 de pescado) contrarrestan los efectos de los eicosanoides "malos" y revierten estos problemas. Por ejemplo disminuyen la probabilidad de sufrir una trombosis; a disminuir el dolor de las articulaciones, dándoles mayor movilidad, etc.

Uno de los síntomas de la diabetes es la resequedad de la piel, la cual puede agrietarse y provocar mayor daño, pero un suplemento de omega-3 ayuda mantener hidratada la piel y a suavizarla. En la diabetes tipo II, la que se presenta en adultos, frecuentemente la enfermedad viene acompañada de niveles elevados de triglicéridos en sangre, como los omega-3 ayudan a bajar los triglicéridos, esto puede ayudar a bajar también los niveles de glucosa, si bien los estudios que se han hecho al respecto no son muy concluyentes. Pero lo importante es que el paciente diabético puede gozar de los otros beneficios de los omega-3 sin correr el riesgo de incrementar sus niveles de glucosa.

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