Sociología Del Arte | Jean Duvignaud (Usado)

Descripción

Jean Duvignaud nació en La Rochelle el 1921. Durante la ocupación alemana participó activamente en la Resistencia. Después de la guerra se dio a conocer como novelista con Or de la Repúblique y como autor de teatro con Marée Basse. Posteriormente fue profesor de Filosofía, cronista teatral en la Nouvelle Revue Française, en el Exprés y en el Observateur. Fue también uno de los fundadores de la revista Arguments. Auxiliar de Georges Gurvitch en la Sorbona, en 1960 es nombrado director del Departamento de Sociología de la Universidad de Túnez. Viaja por América Latina comisionado por la UNESCO. En Túnez realiza importantes trabajos de antropología en el poblado de Chebika. En 1965 presenta sus tesis doctorales: Sociologie du Théâtre y L'acteur: sociologie du comédien, y prepara la presente Sociologie de l'Art. En 1966 publica una Introduction à la sociologie. Reside en París. Es Maître de conférences en la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de Tours y director del Institut de Sociologie de l'Art.
Duvignaud se pregunta si cabe una sociología del arte. Desde que Kant creó el concepto del juicio estético se han producido graves confusiones en el campo de la sociología del arte, debido a actitudes dogmáticas que han tendido a definir la experiencia artística bajo un as-pecto sacro, o bien se han inclinado a darle una identificación exclusivamente política. El hombre que interroga a la expresión artística se ha preocupado más de hallar preceptos, de fijar normas, de repetir modelos, de medir efectos que de comprender y estudiar realmente la totalidad de los hechos que componen la experiencia imaginaria en su conjunto. Duvignaud está convencido, sin embargo, de que cabe una sociología del arte, la cual arrancaría de una experiencia auténtica de la creación y de una experiencia igualmente dinámica y viva de la vida social, una búsqueda que se afanase por reencontrar las formas de la raigambre de lo imaginario dentro de la existencia colectiva sin dogmatismos. Y antes «de examinar las diligencias necesariamente prudentes de semejante búsqueda, el autor precisa algunas de las mixtificaciones estáticas e ideológicas que han frenado el advenimiento de una auténtica sociología de lo imaginario.

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