Bandera El Doliente Hidalgo

Descripción

Histórica Bandera del Doliente Hidalgo

Dimensión: 3x5 pies (90x150cm)
• 1 Lado Impreso, lado posterior 90 % de visibilidad.
• Con 2 ojales de metal para volar de un poste.
• Resistente al viento y a la decoloración
• Lavable a máquina y secadora
• Adecuado para uso en interiores o al aire libre, ondea bien al viento
* Para una recomendación de como colocarla véase la última foto

Entre las muchas banderas y trofeos de guerra que pasaron del extinto museo de artillería al Nacional de Arqueología e Historia, se encuentra el banderín que nos ocupa. No está entre los expedientes de auténticas al que podría corresponder a esta enseña; lo que nos hace suponer que la corporación de altos jefes militares encargada del estudio de tales banderas no se había abocado todavía al estudio de ella, en espera, tal vez, de datos más firmes que los que puede aportar la simple tradición. El hecho mismo de haberse encontrado el banderín en una institución tan seria y respetable como el Museo de Artillería, el interés con que aluden a él historiadores de tanto prestigio como lo son los autores de la obra México a Través de los Siglos, el licenciado Alfonso Toro y otros no menos recomendables y el examen que de su tela, manufactura y emblemas puede hacerse, nos dan la certidumbre de que "El Doliente de Hidalgo" es, sin género de duda, una de las banderas usadas por los insurgentes en los primeros años de la lucha por nuestra emancipación. ¿Cuál haya sido su origen y cual la corporación que lo llevo...? La tradición tiene la palabra. Uno de los hombres que con mayor ardor abrazaron la causa de la independencia desde los primeros días de su proclamación, lo fue el licenciado don Ignacio Rayón, originario de Real de Minas de Tlalpujahua, en la intendencia de Michoacán. Hidalgo lo hizo su secretario y con este carácter asistió a la batalla del Monte de las Cruces, a la acción de Aculco, a la ocupación de Guadalajara y a la funesta batalla del puente de Calderón. En el mes de agosto de 1811 Rayón organizo la "soberana junta nacional americana" formada por él como presidente y por los vocales don José María Liceaga, y don José Sixtos Verduzco, que fue el primer gobierno insurgente y al cual estuvieron sujetos muchos jefes que la reconocieron, entre ellos el propio Morelos, que operaba en el sur. Un nuevo personaje llegó en el mes de octubre a incorporarse a las huestes insurgentes que capitaneaba Rayón, el doctor José María Cos. Cuando cayó Guanajuato en manos insurgentes, se realizaron movimientos en la ciudad de Zacatecas en favor de la insurrección y el conde de Santiago, intendente de zacatecas, envió a Cos para que fuera a entrevistar primero al insurgente Rafael Iriarte y luego al propio cura Hidalgo. Al recuperar Calleja la ciudad de Zacatecas, dispuso que Cos marchara a la ciudad de México a presentarse ante el virrey Venegas como en efecto lo hizo, disponiendo este funcionario que regresara Cos a su curato de San Cosme, cercano a Zacatecas. En su viaje de regreso cayó el doctor Cos en manos de los insurrectos quienes lo presentaron ante Rayón en Zitácuaro. De su conversación resultó que Cos se quedara en el campo insurgente. Rayón tuvo la idea de probar la actividad del doctor Cos y le encomendó que organizara un batallón para hacer frente a los soldados realistas que al mando de Callejas, se disponían atacar Zitácuaro. Cos estuvo diligente en su encargo y muy en breve reunió un número considerable de campesinos del rumbo de la tierra caliente, formando con ellos el famoso "regimiento de la muerte", al que dio por bandera un lienzo rojo, partido por una cruz negra, en cuyo centro se mira una calavera y dos canillas, y en la parte superior esta leyenda: Doliente de Hidalgo, que significaba la guerra a muerte y sin cuartel que a los tiranos opresores iban a hacerle "los dolientes de hidalgo", es decir, los hijos y amigos del padre de la patria. A las once de la mañana del día 2 de enero de 1812 principió Calleja a atacar Zitácuaro. El combate se generalizó en breves momentos por todos los puntos, batiéndose los insurgentes con inaudito valor. La lucha duró cuatro horas y sólo terminó al cundir la desmoralización entre la gente que mandaba don Ramón Rayón (hermano de don Ignacio). Retirados los insurgentes, se refugiaron en Tlalchapa y de ahí se fueron al mineral de Sultepec, poniéndose a salvo los miembros de la junta, que a todo trance deseaba hacer prisioneros el feroz Calleja. "El Batallón de la Muerte" quedó deshecho en aquella acción de armas, recogiendo Calleja su banderín como trofeo de aquella triste victoria; estandarte que llegó a las manos del virrey, como la protesta de un pueblo mártir en el que no morirá jamás su amor a la independencia de la patria. Al doctor Cos se le relevó del mando de tropa, por la junta nacional americana y esta le encomendó la publicación de un periódico, que vio la luz en Sultepec con el título de "El Despertador Nacional". Tal es la tradición relacionada con el banderín insurgente que conserva el museo de Chapultepec y que lleva por nombre "El Doliente Hidalgo".

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