Es “La noche de los muertos vivientes” una historia real

“La noche de los muertos vivientes” (1968), dirigida por George A. Romero, es una de las películas más influyentes en el cine de terror. A lo largo de los años, ha surgido la pregunta de si esta historia de zombies está basada en hechos reales. Aunque la trama es ficticia, Romero se inspiró en diversos temores sociales y culturales de la época para crearla.

En este artículo, exploramos la relación entre la película y las leyendas sobre muertos vivientes de distintas culturas, así como los elementos históricos y científicos que pudieron haber influido en su creación. Analizamos, además, cómo esta obra ha dejado una huella indeleble en la cultura popular.

La película fue dirigida por George A. Romero, y escrita por él y su colaborador John A. Russo. Originalmente, se pensaba en crear una película de terror económica, pero pronto se transformó en un fenómeno cultural que revolucionaría el cine de zombies. 

El guión no estaba basado en un suceso real, sino que tomó influencias de varias historias y temores sociales contemporáneos.

Sin embargo, la idea de los muertos vivientes tiene sus raíces en el folklore de varias culturas, desde Haití hasta África, pasando por Europa. A lo largo de la historia, diversas civilizaciones han contado historias sobre muertos que regresan a la vida. 

En el caso de Romero, estas historias proporcionaron la base para crear una narrativa moderna que abordara temas más profundos, como el miedo al colapso social y la alienación.

El contexto de los años 60 fue clave para entender los temas que Romero exploró en “La noche de los muertos vivientes”. En pleno auge de la Guerra Fría y los movimientos civiles en Estados Unidos, el cine de terror empezó a reflejar una creciente desconfianza hacia el gobierno, la sociedad y la moral establecida. 

Romero utilizó la figura del zombie para representar la deshumanización de la sociedad y la amenaza constante de una crisis mundial.

A nivel cultural, la película se inspiró en las tensiones sociales de la época. Los zombies, seres desprovistos de conciencia y control, simbolizaban la lucha por la supervivencia y la pérdida de humanidad, temas centrales en un contexto en el que las protestas contra la guerra de Vietnam y el movimiento por los derechos civiles eran prominentes. 

La forma en que los personajes interactúan en la película refleja este malestar y la lucha por mantener la civilidad en medio de un caos.

A pesar de que no hay evidencia científica que respalde la idea de los muertos vivientes tal como se presentan en “La noche de los muertos vivientes”, el concepto de reanimación ha sido objeto de estudio en la ciencia desde tiempos antiguos. 

Los zombis en el cine de Romero, a diferencia de los de otras culturas, no dependen de hechizos ni magia, sino de una explicación científica ficticia.

En muchos casos, estos se representan como víctimas de experimentos fallidos o productos de una infección viral. En el caso de Romero, aunque no se menciona explícitamente, algunos estudiosos creen que la película podría haber estado influenciada por la creciente preocupación de los avances científicos y sus potenciales consecuencias. 

La idea de que una reanimación de los muertos podría ser posible, aunque imposible en la realidad, tocaba un nervio sensible relacionado con el progreso y el control de la vida y la muerte.

Desde su estreno, “La noche de los muertos vivientes” ha influido de manera significativa en la cultura popular, especialmente en el cine de terror. A pesar de no estar basada en un hecho real, la película ha creado un legado que ha sido adaptado en diversas formas. 

Hoy en día, el concepto de los zombies ha sido reinterpretado en múltiples ocasiones, pero la obra de Romero sigue siendo el modelo por excelencia de cómo los muertos vivientes deben comportarse en la pantalla.

Las películas y series que surgieron después de “La noche de los muertos vivientes” (como “The walking dead”) siguen tomando elementos de la obra original, adaptando y expandiendo la mitología del zombie. 

Además, sus representaciones modernas, tanto en el cine como en los videojuegos, se deben en gran medida a la creación de Romero y a cómo introdujo estos elementos en el contexto social y cultural del momento.

Aunque “La noche de los muertos vivientes” es una obra de ficción, no es la única historia que ha tratado sobre los muertos que regresan. Desde la antigua Grecia hasta Haití, la idea de los muertos que regresan a la vida ha sido un tema recurrente. 

En la tradición vudú de Haití, por ejemplo, existe la figura del "zombi", un muerto reanimado por medios sobrenaturales o magia negra.

En otras culturas, se han registrado leyendas sobre criaturas similares a los zombies, como los "ghouls" en la tradición árabe, que también son seres que se alimentan de carne humana y que han sido muertos alguna vez. 

Sin embargo, la versión de Romero está más influenciada por los miedos de la modernidad, sobre todo el temor a la pérdida de control y el deterioro social, que por las creencias tradicionales sobre los muertos vivientes.

La figura del zombi en Haití tiene sus raíces en el vudú, una religión que mezcla elementos de las creencias africanas con el catolicismo y las influencias locales. Según ella, los zombis son personas que han sido traídas de vuelta a la vida a través de la magia negra, sin voluntad propia, que se convierten en esclavos de su "maestro" o hechicero.

Se cree que estas personas son resucitadas por los hechiceros mediante el uso de sustancias alucinógenas, como el polvo de la planta conocida como “Datura”, que provoca un estado de coma profundo y hace que la persona parezca muerta. 

Una vez "resucitada", la víctima se convierte en una especie de ser sin conciencia, esclavizado para realizar trabajos sin recordar su vida anterior. 

Esta leyenda, aunque fascinante, es considerada por muchos como un mito o parte de la tradición cultural de Haití, pero sigue siendo un tema central en las historias de zombis de la región.

En el folklore árabe, el "ghoul" es una criatura similar al zombi, pero con una naturaleza más maligna. Se dice que estos seres son demonios o espíritus malignos que se alimentan de carne humana, especialmente de cadáveres. 

La leyenda sostiene que los ghouls habitan en cementerios o lugares desolados y atacan a los vivos, llevándolos a su guarida para devorarlos.

Este concepto también tiene una fuerte conexión con el miedo a los muertos y a lo desconocido, siendo una figura que encarna la idea de que la muerte puede no ser el fin. 

De alguna manera, estos mitos han influenciado la representación moderna de los zombies, donde los muertos no sólo caminan, sino que tienen un apetito insaciable por la carne humana.

En la antigua Grecia, los muertos vivientes también eran parte de diversas leyendas. En algunos mitos, los héroes deben enfrentarse a los "revenants", seres que regresan de la muerte para vengarse o para cumplir una tarea no terminada. 

A menudo, estas figuras tenían un aspecto macabro, su regreso representaba una amenaza tanto para los vivos como para los dioses.

En Roma, la idea de los muertos que regresan a la vida también estaba presente. La figura del "larvae", o espíritu de los muertos, podía aparecer para causar estragos si no se realizaban los rituales adecuados para apaciguarlos. 

Aunque estos mitos no representan exactamente lo que hoy entendemos por "zombis", sí comparten el tema común de los muertos que regresan al mundo de los vivos con fines oscuros.

“La noche de los muertos vivientes” no está basada en hechos reales, pero se nutre de mitos y leyendas de diversas culturas sobre muertos que regresan a la vida. A pesar de su origen ficticio, la película toca temas profundos como el miedo al colapso social y la pérdida de humanidad.

Aunque no existe evidencia científica que respalde el fenómeno de los muertos vivientes, el impacto cultural de la película sigue siendo incuestionable. Su legado ha influido enormemente en el cine de terror y continúa siendo una obra fundamental que da pié a todo el género.