Los mejores 5 opening de The Office

Una de las mejores maneras de sumergirse en una de las series de comedia más icónicas de la televisión, es explorando una selección de las mejores 5 openings de The Office, disponible en

Las cold opens son pequeñas píldoras de humor que nos preparaban para la dosis de risas que nos esperaba en cada episodio. Con 201 capítulos, The Office nos regaló un montón de cold opens memorables pero hay algunas que simplemente se robaron el show y se quedaron grabadas en la memoria de los fans.

Esta comedia estadounidense, que se estrenó en la NBC allá por el 2005, nos transporta a la aparentemente aburrida vida de los empleados de Dunder Mifflin, una empresa papelera en Scranton, Pensilvania.

Lo interesante de The Office es que, aunque es ficción, se presenta como un falso documental. Es decir, los personajes a veces miran a cámara y hacen partícipe a los televidentes de sus pensamientos y ocurrencias.

Después del éxito de la versión británica, que se llevó dos Globos de Oro, la NBC decidió que era hora de traer el humor de The Office al público estadounidense.  Y para eso, confiaron en el talento de

, un genio de la comedia que ya había trabajado en Los Simpson, Parks and Recreation y King of the Hill.

Daniels se encargó de adaptar la serie, manteniendo el título y el formato de falso documental, pero trasladando la acción a Scranton, Pensilvania; y para que todo fuera más auténtico, la primera temporada se filmó en una oficina real.

Durante las primeras cuatro temporadas, Daniels fue el productor ejecutivo principal,  guiando la serie y convirtiéndola en la joya que todos conocen y aman. Su visión y su talento para la comedia fueron claves para que The Office se convirtiera en un éxito masivo en Estados Unidos.

Cuando decidieron hacer la versión estadounidense de The Office, estaba claro que necesitaban un elenco completamente nuevo para darle su propio sabor. Y la búsqueda del actor perfecto para interpretar a Michael Scott fue toda una aventura.

Al principio, el productor Ben Silverman tenía en mente a Paul Giamatti pero él rechazó el papel. También se barajaron otros nombres, como Martin Short, Hank Azaria, Bob Odenkirk e incluso Steve Buscemi.

Pero finalmente, en enero de 2004, la revista Variety anunció que

, quien ya era conocido por su trabajo en The Daily Show with Jon Stewart, estaba en conversaciones para el papel.

La elección de Steve Carell fue un acierto total. Su interpretación de Michael Scott es simplemente legendaria. Logró capturar la esencia del personaje: su torpeza, su ego, su necesidad de atención pero también su lado humano y vulnerable.

No podemos olvidar a Rainn Wilson, el actor que dio vida al inolvidable Dwight Schrute. Ese personaje tan peculiar, con su amor por las remolachas, su obsesión por la seguridad y su extraña admiración por Michael Scott.

Curiosamente, Rainn Wilson ya era fan de la serie original británica y había visto todos los episodios. Se dice que su interpretación de Dwight está inspirada en un mexicano llamado Alan, cuya personalidad tan particular lo impactó. 

Al principio, Rainn Wilson audicionó para el papel de Michael Scott, pero los directores de casting vieron en él al Dwight perfecto. Y qué bueno que fue así,  porque su actuación es simplemente legendaria. Dwight es uno de esos personajes que amas u odias pero que sin duda no te deja indiferente.

Antes de The Office, John Krasinski y

eran prácticamente desconocidos y a partir del lanzamiento de la serie, son dos de los rostros más queridos de la televisión.

Jenna Fischer, por ejemplo, se preparó para la audición de Pam intentando parecer lo más aburrida posible; incluso se hizo el peinado original de Pam para la ocasión. Su dedicación al papel desde el principio es admirable.

Y no solo ellos, sino que gran parte del elenco estaba formado por actores con un talento increíble para la improvisación. Angela Kinsey, Kate Flannery, Óscar Núñez,  Leslie David Baker, Brian Baumgartner, Melora Hardin y David Denman; todos ellos aportaron su granito de arena para crear momentos únicos e irrepetibles en la serie.

Uno de los aspectos que hace a The Office tan especial es su estilo de filmación. A diferencia de las sitcoms tradicionales, que se graban con varias cámaras y frente a una audiencia en vivo, The Office se filmó con una sola cámara y sin risas enlatadas.

Este estilo "cinéma vérité" le da a la serie un aspecto de documental real, como si estuviéramos viendo la vida cotidiana de los empleados de Dunder Mifflin a través de los ojos de un equipo de grabación. Y lo mejor es que los personajes son conscientes de la presencia de la cámara, lo que genera situaciones muy divertidas, especialmente con Michael Scott, quien siempre intenta llamar la atención y ser el protagonista. 

Este formato de falso documental permite que el humor "inexpresivo"  y "absurdo"  de la serie brille en todo su esplendor. 

Esos momentos en los que los personajes miran a cámara son geniales.  Especialmente Jim y Pam, que suelen hacerlo cuando Michael hace o dice algo incómodo o inapropiado.

Y claro, no podemos olvidar los "confesionarios", esas entrevistas individuales donde los personajes hablan directamente a la cámara y nos cuentan sus pensamientos,  sentimientos y opiniones sobre lo que ocurre en la oficina. 

Es fascinante conocer los detalles detrás de cámara que hacen que una serie sea tan especial. Y en el caso de The Office, la elección de Randall Einhorn como director de fotografía fue clave para lograr ese estilo de falso documental tan característico.

Einhorn, con su experiencia en programas como Survivor, supo darle a la serie esa sensación de "brusco y nervioso" que la hace parecer un documental real. Su manejo de la cámara, los movimientos improvisados, el uso del zoom, todo contribuye a crear esa atmósfera de autenticidad.

Fue compuesta por Jay Ferguson e interpretada por The Scrantones y se ha convertido en un himno para los fans de la serie.

La secuencia de apertura, con imágenes de Scranton, los empleados de Dunder Mifflin en acción y los créditos del elenco es tan icónica como la canción misma.

En algunos episodios, se utiliza una versión abreviada de la canción principal. Y a partir de la cuarta temporada, el tema también se reproduce en los créditos de cierre,  que antes se mostraban en silencio.

Esos exteriores que vemos en la secuencia de apertura son lugares reales de Scranton, Pensilvania. Y como ya mencionamos, fueron filmados por John Krasinski,  el actor que interpreta a Jim. 

Además,  la mayor parte de la música que escuchamos en la serie es diegética,  es decir,  forma parte del mundo de los personajes. Son canciones que ellos mismos cantan o reproducen en sus radios, computadoras u otros dispositivos.

Aunque la mayoría de la música en The Office es diegética, hay algunas excepciones.  Por ejemplo, en algunos montajes o créditos finales se utilizan canciones que no forman parte del mundo de los personajes, como "Tiny Dancer" de Elton John en el episodio "The Dundies" o "Islands in the Stream" de Kenny Rogers y Dolly Parton en "E-mail Surveillance".

Estas canciones,  aunque no sean diegéticas, suelen ser muy conocidas y a menudo reflejan la personalidad o la situación de algún personaje. Como cuando Michael intenta parecer moderno usando "Mambo No. 5" y luego "My Humps" como tono de llamada de su celular.

En "Product Recall", Jim decide llevar sus bromas a otro nivel y aparece en la oficina vestido como Dwight. Las gafas, el peinado, la camisa mostaza hasta la forma de hablar. 

Por supuesto, Dwight se vuelve loco. "El robo de identidad no es una broma, Jim!", le dice con toda seriedad. Pero lo mejor viene al final, cuando Dwight intenta vengarse vistiéndose como Jim. Y eso es precisamente lo que hace que esta cold open sea tan graciosa.

Ver a Dwight con el pelo supuestamente "despeinado", una camisa demasiado grande y una taza de "World's Best Boss" es simplemente divertida. Sin duda, una de las mejores bromas de Jim y un momento que demuestra la genialidad de la serie.

Lo que hace que esta escena sea tan brillante es la capacidad de John Krasinski para meterse en la piel de Dwight. No solo acierta el look sino que también imita sus gestos, su forma de hablar y hasta su manera de caminar.

Y claro, la reacción de Dwight es la guinda del pastel. Su indignación, su incapacidad para entender la broma es el pico de la broma. Rainn Wilson también se luce en esta escena, mostrando una vez más su talento para la comedia física y su capacidad para hacernos reír con su personaje tan peculiar.

Esta cold open es un ejemplo perfecto del humor que caracteriza a The Office:  una mezcla de absurdo, incomodidad y situaciones cotidianas llevadas al extremo. Por supuesto, la química entre John Krasinski y Rainn Wilson es innegable, lo que hace que la escena sea aún más divertida.

 A pesar de que The Office terminó hace más de una década, esta escena sigue siendo un clásico absoluto que aparece una y otra vez en redes sociales.

Es una secuencia corta pero con un impacto enorme. Ver a Kevin, con su cara de orgullo, cargando la olla de chili desde el estacionamiento hasta la oficina, para luego tropezar y derramar todo en el suelo es una obra maestra dentro de esta comedia.

Y lo mejor es la reacción de Kevin.  Desesperado, intenta salvar el chili como sea,  usando carpetas, papeles, ¡lo que tenga a mano! Mientras tanto, nos explica con lujo de detalles el elaborado proceso de preparación, como si eso fuera a solucionar algo. 

Esta escena es genial por varios motivos. Primero, la actuación de Brian Baumgartner es impecable. Logra transmitir la frustración, la tristeza y la desesperación de Kevin de una forma hilarante. Y segundo, es un ejemplo perfecto de cómo The Office puede generar comedia a partir de situaciones cotidianas llevadas al extremo. 

Sin duda, la escena del chili de Kevin es un momento icónico que sigue haciendo reír a carcajadas a los fans de The Office, incluso después de tantos años.

Aunque las últimas temporadas de The Office no alcanzaron el mismo nivel que las primeras, todavía nos regalaron momentos de pura genialidad. Esta cold open es un gran ejemplo de ello.

La broma de Jim con el "Jim asiático" es simplemente épica. Ver a Dwight tan confundido, cuestionando la realidad misma, es impagable junto con la participación de Pam, besando al impostor como si nada, añade un toque extra de humor a la situación. 

Esta escena se volvió tan popular que incluso llegó a colarse en el tráiler de la película "IF", dirigida y protagonizada por John Krasinski.

La revelación de que el "Jim asiático" es en realidad Steve, un amigo actor de Jim y Pam, le da un giro aún más divertido a la escena. Y el remate final, con Dwight sosteniendo la foto familiar con el "Jim asiático" y sus supuestos hijos mestizos, es simplemente perfecto. Es un momento que encapsula a la perfección la esencia de las bromas de Jim: elaboradas, creativas y con un toque de absurdo que deja a Dwight completamente descolocado.

Es cierto que este opening se destaca por la complejidad de la broma y la increíble actuación de Randall Park, quien logra imitar a Jim de una manera sorprendentemente convincente. Pero también es un recordatorio de que, incluso en las últimas temporadas, The Office seguía encontrando formas de reinventar la dinámica entre Jim y Dwight, ofreciéndonos momentos de humor fresco e ingenioso.

The Office siempre supo cómo mantenerse al día con las tendencias del momento. En la séptima temporada, los guionistas decidieron incorporar el "lip dub", una moda que estaba arrasando en internet por aquel entonces y lo hicieron de una manera espectacular.

Ver a todo el elenco de The Office participando en esta elaborada coreografía con la canción "Nobody But Me" de The Human Beinz es simplemente genial. La escena está llena de energía,  humor y momentos memorables, como el solo de batería de Andy, el baile de Michael con Darryl o la entrada triunfal de Dwight con su tractor.

La escena está perfectamente orquestada. Comienza con Andy saliendo del ascensor y, poco a poco, va sumando al resto de los personajes en una coreografía que recorre toda la oficina. Y lo mejor es que, en apenas unos segundos, cada personaje logra brillar con luz propia.

Creed, confundido al principio, termina tocando un solo de guitarra imaginario.  Dwight, fiel a su estilo, baila como un loco con un cuchillo en la mano. Ryan y Kelly aprovechan la ocasión para pelearse mientras Michael, como siempre, busca ser el centro de atención disfrazado de mago. 

Definitivamente, el simulacro de incendio de Dwight es uno de los momentos más caóticos de The Office. Dwight, en su afán por enseñarles una lección a sus compañeros, decide prender fuego a la oficina y bloquear todas las salidas. El resultado es un caos total.

Ver a todos corriendo como locos, rompiendo ventanas,  gritando y la escena de Angela intentando salvar a su gato Bandit es simplemente gloriosa. Primero, lo lanza por un agujero en el techo con la ayuda de Oscar y luego el pobre gato vuelve a caer por otro lado.

Y por si fuera poco, Stanley termina sufriendo un ataque al corazón del susto.

Es un crescendo de caos que va aumentando con cada segundo y deja a los televidentes muertos de risa.

Desde las bromas épicas de Jim hasta el caos desatado por Dwight,  pasando por momentos musicales y desastres culinarios, estas escenas nos recuerdan por qué The Office se convirtió en una de las comedias más queridas de la historia.

Cada una de estas cold opens captura la esencia de la serie: el humor absurdo,  los personajes entrañables y las situaciones incómodas que nos hacen reír a carcajadas.

Si eres fan de The Office, seguro que disfrutaste recordando estos momentos. Y si aún no has visto la serie,  ¡¿qué esperas?! En Mercado Play puedes encontrar todas las temporadas para disfrutarlas cuando quieras y donde quieras.