La película “Chicago” (2002) no solo revitalizó el cine musical en la gran pantalla, sino que lo hizo con un despliegue visual y narrativo espectacular que atrapó tanto a la crítica como al público.
Dirigida por Rob Marshall y basada en el exitoso musical de Broadway, esta cinta ofrece drama, sátira, ironía y números musicales deslumbrantes en una historia llena de ambición, crimen y fama.
Pero ¿qué es lo que hace que “Chicago” sea tan buena? La respuesta va más allá de su llamativo vestuario y su música pegadiza. A continuación, exploramos cómo logra ser una obra maestra del género musical en la gran pantalla.

CHICAGO
El musical original: la base de un fenómeno cinematográfico
El camino de “
Chicago” hasta convertirse en una película icónica fue largo y estuvo marcado por múltiples versiones teatrales y una historia de fondo que la hace aún más fascinante.
El origen de la historia y su inspiración en hechos reales
El musical “Chicago” no es solo una ficción bien construida, sino que tiene raíces en la realidad. Maurine Dallas Watkins, periodista del Chicago Tribune, cubrió en los años 20 los casos judiciales de 2 mujeres acusadas de asesinato que, gracias a su encanto y a la manipulación de la prensa, lograron ser absueltas.
Watkins plasmó estos eventos en una obra teatral en 1926, que ya en su momento capturó la atención del público por el crimen y espectáculo mediático.
Los casos de Beulah Annan y Belva Gaertner revelaron cómo la justicia podía ser influenciada por la fama y la percepción pública. Ambas mujeres se convirtieron en celebridades durante sus juicios, lo que influyó en su absolución.
Watkins retrató este fenómeno con ironía, exponiendo cómo los medios construían figuras públicas a partir del escándalo, una temática que en la actualidad sigue siendo relevante en la cultura mediática.
De la realidad al musical
En los años 70, Bob Fosse decidió rescatar esta historia y transformarla en un musical, con la ayuda de Fred Ebb y John Kander. Su versión enfatizó el estilo cabaretero, el humor negro y una coreografía cargada de sensualidad y precisión milimétrica.
A pesar de que el musical tuvo éxito en Broadway, la idea de adaptarlo al cine tomó tiempo en concretarse, ya que requería una visión que respetara su esencia teatral sin perder impacto en pantalla.
La transición de Broadway al cine y la visión de Rob Marshall
La decisión de Rob Marshall de trasladar el musical a la pantalla grande no fue sencilla. Los musicales en el cine suelen tener dificultades para conectar con el público si no están bien ejecutados, ya que las transiciones entre la trama y los números musicales pueden sentirse artificiales o forzadas.
Para evitar esto, Marshall ideó un enfoque innovador: presentar los números musicales como una representación de la imaginación de Roxie Hart, la protagonista.
En lugar de cortar abruptamente la historia con canciones, la película utiliza estos momentos para reflejar la psicología de los personajes. Este recurso no solo hace que los números fluyan de manera orgánica, sino que también enriquece la historia al mostrar cómo Roxie transforma su realidad en una fantasía espectacular.
Además, la película se benefició de una puesta en escena cinematográfica que realza su estética de cabaret. La iluminación teatral, los escenarios estilizados y el vestuario cuidadosamente diseñado transportan al espectador a un mundo donde la línea entre el espectáculo y la realidad es difusa.

DE BROADWAY AL CINE
Un reparto deslumbrante y actuaciones inolvidables
Uno de los factores que elevaron “Chicago” a un nivel superior fue su elenco. La película contó con actores que no solo encarnaron a la perfección a sus personajes, sino que además demostraron habilidades inesperadas en el canto y el baile.
Renée Zellweger: la ambición disfrazada de inocencia
Renée Zellweger encarna a Roxie Hart con una mezcla perfecta de ingenuidad y astucia. Su actuación es fundamental para que el público se involucre con su personaje, a pesar de que sus acciones son moralmente cuestionables.
A lo largo de la película, Roxie pasa de ser una ama de casa con sueños de fama a una manipuladora que aprovecha cualquier oportunidad para mantenerse en el centro de atención.
Zellweger logra hacer creíble esta transformación, equilibrando el humor con la vulnerabilidad. Su interpretación en números como "Roxie" captura el narcisismo y la desesperación de su personaje de manera magistral.

Roxie Hart
Catherine Zeta-Jones: la femme fatale definitiva
Si Roxie representa la ambición disfrazada de inocencia, Velma Kelly es la representación de la fama despiadada. Catherine Zeta-Jones ofrece una actuación magnética, mostrando a Velma como una mujer fuerte y carismática que lucha por recuperar su lugar en el escenario.
Desde su espectacular entrada con "All that jazz", Zeta-Jones establece su dominio sobre la pantalla. Su actuación no solo destaca en los números musicales, sino también en los momentos de diálogo, donde su expresividad y control de la escena refuerzan el carácter de su personaje.
Su Óscar como Mejor actriz de reparto fue más que merecido, ya que su presencia elevó la calidad del film.
Richard Gere: el abogado más carismático del cine
Billy Flynn, interpretado por Richard Gere, es el personaje que encapsula la crítica a la manipulación mediática en “Chicago”. Flynn es un abogado sin escrúpulos que convierte los juicios en espectáculos, transformando a criminales en figuras públicas.
Gere, conocido principalmente por sus papeles dramáticos, sorprendió al público con su habilidad para el canto y el baile. Números como "We both reached for the gun" y "Razzle dazzle" muestran su carisma y talento escénico, consolidándolo como una pieza clave en la película.
La dirección y el estilo visual, elegantes y dinámicos
El éxito de “Chicago” no solo se debe a su historia y elenco, sino también a su impecable ejecución visual y técnica.
La edición y los números musicales como piezas cinematográficas
Uno de los aspectos más innovadores de “Chicago” es su montaje, que permite transiciones fluidas entre la realidad y la fantasía sin perder coherencia. Cada número musical está cuidadosamente ensamblado para reflejar la psicología de los personajes, convirtiéndose en una extensión de la narrativa en lugar de una simple interrupción.
"Cell block tango" es un ejemplo magistral de cómo la película integra la música con la historia. En este número, las presidiarias cuentan sus crímenes de una forma teatral y exagerada, destacando cómo la percepción pública puede distorsionar la realidad.

LOS NÚMEROS MUSICALES
La cinematografía y el diseño de producción
El diseño visual de “Chicago” se inspira en la estética de los años 20, pero con una estilización que realza el carácter teatral del film.
Los vestuarios, llenos de lentejuelas y telas translúcidas, refuerzan la sensualidad y el glamour del cabaret, mientras que la iluminación crea un contraste entre la fría realidad de la cárcel y la cálida fantasía del escenario.
El resurgir del cine musical
Antes de “Chicago”, los musicales eran un género en declive en Hollywood. Sin embargo, su éxito demostró que el público aún tenía interés por este tipo de cine, abriendo la puerta para nuevas adaptaciones de Broadway y revitalizando el género con títulos como “Dreamgirls”, “Los miserables” y “La La Land”.
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Premios y reconocimiento crítico
Con 6 premios Óscar, incluyendo Mejor película, “Chicago” marcó un hito en la historia del cine musical. Su éxito no solo se tradujo en premios, sino también en taquilla, consolidándola como un referente moderno del género.
Conclusión
La grandeza de “Chicago” está en su capacidad para fusionar espectáculo, crítica social y una ejecución impecable en todos sus aspectos. Su innovadora dirección, actuaciones inolvidables y estilo visual deslumbrante la convirtieron en un referente del cine musical moderno.
Más de 20 años después de su estreno, sigue siendo una obra maestra del género, recordándonos que el verdadero crimen no es matar, sino dejar de brillar en el escenario.