¿Qué pasa al final de She's All That?

(conocida en Hispanoamérica como "Ella es así" o "Alguien como tú" en España) no es solo una comedia romántica adolescente; es una cápsula del tiempo de finales de los 90, un artefacto cultural que definió a una generación y se consolidó como una adaptación moderna y accesible del clásico relato de "Pigmalión" de George Bernard Shaw (y su popular versión musical "My Fair Lady").

La película, con su encanto inherente, una banda sonora que se convirtió en himno ("Kiss Me" de Sixpence None the Richer) y la transformación arquetípica de "patito feo" a cisne, capturó la imaginación del público. Revisitemos su trama, su icónico final, el talento involucrado y su duradero legado.

La historia arranca con Zack Siler (Freddie Prinze Jr.), el epítome del éxito estudiantil: presidente de la clase, capitán del equipo de fútbol y novio de la chica más popular, Taylor Vaughan (Jodi Lyn O'Keefe). Su mundo perfecto se desmorona cuando Taylor lo deja por Brock Hudson (Matthew Lillard), una estrella de reality de "The Real World" que conoce durante las vacaciones de primavera. Humillado públicamente, Zack, en un arrebato de orgullo herido y presionado por su amigo Dean Sampson (Paul Walker), un personaje igualmente popular pero más cínico y manipulador, proclama que la popularidad no es innata sino fabricada. Así nace la infame apuesta: Zack convertirá a cualquier chica elegida al azar en la reina del baile de graduación en las seis semanas restantes antes del evento.

Dean elige a Laney Boggs (Rachael Leigh Cook), una estudiante brillante pero introvertida, con una pasión por el arte y un desdén por la superficialidad de la escena popular de la escuela. Laney vive con su padre, Wayne (Kevin Pollak), limpiador de piscinas, y su hermano menor, Simon (Kieran Culkin), quien, irónicamente, es más socialmente consciente que ella.

El proceso de "transformación" de Laney es gradual. Inicialmente, Laney rechaza los intentos de Zack de acercarse, viéndolo como parte del grupo que ella desprecia. Sin embargo, la persistencia de Zack (motivada por la apuesta, pero cada vez más por un interés genuino) y la intervención de su hermana Mac (Anna Paquin), quien realiza el famoso cambio de imagen que revela la belleza natural de Laney (simbolizado por quitarle las gafas y cambiar su peinado), comienzan a derribar las barreras. Laney no solo cambia físicamente; Zack la anima a compartir su arte, la lleva a la playa (donde Taylor intenta humillarla, pero Laney se defiende), y la introduce a su mundo, mientras él también se ve expuesto al de ella, visitando su espacio de arte en el sótano y asistiendo a un espectáculo de "performance art" con ella.

A medida que pasan tiempo juntos, descubren una conexión inesperada. Zack se siente atraído por la inteligencia, la perspectiva única y la integridad de Laney. Laney, por su parte, comienza a ver más allá de la fachada de "chico popular" de Zack, descubriendo a alguien más reflexivo y sensible de lo que aparentaba. Sin embargo, la apuesta sigue siendo un secreto oscuro que amenaza su relación. Dean, viendo que Zack realmente se está enamorando y temiendo perder la apuesta (además de albergar sus propios deseos hacia Laney), y Taylor, celosa de la atención que Laney recibe de Zack, conspiran para sabotearlos.

La tensión llega a su punto máximo en la noche del baile de graduación. La escuela está adornada, y la multitud participa en una icónica coreografía sincronizada con la canción "The Rockafeller Skank" de Fatboy Slim, un momento cumbre de la cultura pop de la época. Dean, en un acto de crueldad calculada, decide que es el momento perfecto para revelar la apuesta. Se acerca a Laney, aparentemente para invitarla a salir después del baile, y le confiesa que Zack solo se acercó a ella como parte de un juego. Le muestra cómo él y Zack la señalaron semanas antes, consolidando la humillación.

Laney queda destrozada. La revelación la golpea con fuerza, haciéndola cuestionar cada momento que compartió con Zack. Cuando Zack intenta explicarle, admitiendo la apuesta pero jurando que sus sentimientos por ella son verdaderos y profundos ("¡Yo me preocupo por ti, Laney!"), ella, herida y traicionada, lo rechaza. La imagen de Laney llorando mientras Zack la observa impotente es uno de los momentos más emotivos de la película.

Taylor Vaughan es coronada reina del baile, como había planeado, pero su triunfo es superficial y no le proporciona la satisfacción que esperaba, especialmente porque Zack ya no está interesado en ella.

La reconciliación no es inmediata ni fácil. Se da un espacio necesario tras el baile. La siguiente escena importante es la ceremonia de graduación. Zack, quien debe dar el discurso como presidente de la clase, inicialmente parece que va a recitar algo genérico. Sin embargo, visiblemente afectado por los eventos recientes, se desvía del discurso preparado. Habla sobre los errores, sobre cómo a veces hay que "caerse de cara" para aprender lecciones importantes, y sobre el valor de las segundas oportunidades y de ser fiel a uno mismo, mirando significativamente a Laney entre el público. Sus palabras son una disculpa pública velada y una declaración de su crecimiento personal.

Después de la ceremonia, Zack busca a Laney en el patio trasero de su casa, donde ella está con su padre y su hermano. La tensión es palpable. Zack le pregunta sobre sus planes y Laney menciona que podría considerar salir con un chico de su clase de arte. Es entonces cuando Zack, en un gesto que demuestra la profundidad de su cambio y compromiso, revela que ha estado reconsiderando sus propios planes universitarios (originalmente destinados a una prestigiosa universidad de la Ivy League, probablemente siguiendo los deseos de su padre) y está pensando seriamente en inscribirse en la escuela de arte. Este es un paso monumental para Zack, indicando que está dispuesto a alterar el curso de su vida por ella y por seguir una pasión que quizás Laney le ayudó a reconocer en sí mismo.

Laney, aunque todavía procesando la traición, ve la sinceridad en sus ojos y en su disposición a cambiar. La famosa línea "¿Soy una apuesta? ¿Soy una JODIDA apuesta?" se dice con una mezcla de dolor remanente y una incipiente disposición a perdonar. Zack acepta su culpa. En un momento ligero que rompe la tensión, Laney saca un pequeño cuerno de aire (un objeto que su hermano usaba para molestarla) y lo usa juguetonamente contra Zack, una forma de "castigo" simbólico y una señal de que puede empezar a superar el daño. La película concluye con un beso apasionado, sellando su reconciliación y dejando al público con la esperanza de un futuro juntos, construido esta vez sobre una base de honestidad y sentimientos genuinos.

Ya una estrella emergente con "I Know What You Did Last Summer", "She's All That" consolidó su estatus como rompecorazones de los 90.

Este fue su papel revelación, convirtiéndola en un rostro conocido y querido. Su transformación fue icónica.

Antes de convertirse en la estrella global de la saga "Fast & Furious", Walker interpretó con eficacia al antagonista carismático pero despreciable.

Conocido por "Scream", Lillard aportó su energía cómica y excéntrica al personaje de la estrella de reality.

Interpretó a la "chica mala" arquetípica con gran convicción.

Un actor de carácter establecido que aportó calidez y humor como el padre de Laney.

Ganadora de un Oscar por "The Piano" a una edad temprana, Paquin interpretó a la comprensiva hermana menor de Zack. Más tarde alcanzaría mayor fama con "X-Men" y "True Blood".

Hermano de Macaulay Culkin, Kieran tuvo un papel secundario memorable. Ha tenido una aclamada carrera posterior, destacando en "Succession".

Amigo de Laney, que también experimenta una pequeña transformación de confianza.

Amiga de Taylor, uno de sus primeros papeles antes de convertirse en una actriz reconocida.

El popular cantante de R&B tuvo un cameo como el DJ de la escuela, añadiendo al ambiente de la época.

La rapera también tuvo un pequeño papel como una de las amigas de Taylor, subrayando la conexión de la película con la cultura pop del momento.

En su estreno en 1999, "She's All That" no fue precisamente un tesoro para la crítica especializada. Las reseñas fueron, en general, mixtas, con muchos críticos señalando su trama predecible, el uso de clichés del género (la apuesta, el cambio de imagen, el baile de graduación como clímax) y su deuda argumental con "Pigmalión". Se la calificó de formulista y, en ocasiones, de superficial en su tratamiento de la popularidad y la aceptación.

Sin embargo, lo que los críticos pudieron haber pasado por alto, o al menos subestimado, fue su innegable encanto y la química palpable entre Freddie Prinze Jr. y Rachael Leigh Cook. El público adolescente, principal objetivo de la película, la abrazó con entusiasmo. Se convirtió en un éxito de taquilla masivo, recaudando más de $103 millones a nivel mundial con un presupuesto de apenas $10 millones.

El legado de "She's All That" es más significativo de lo que su recepción crítica inicial podría sugerir:

Es una de las películas más representativas de las comedias románticas adolescentes de finales de los 90 y principios de los 2000.

La canción "Kiss Me" de Sixpence None the Richer se volvió omnipresente y está intrínsecamente ligada a la película.

Popularizó (o al menos revitalizó) la trama de transformación y la idea de que la "verdadera belleza" está en el interior, aunque irónicamente a través de un cambio de imagen externo.

Ha sido referenciada y parodiada en innumerables películas y series de televisión, demostrando su impacto en la conciencia colectiva.

Solidificó a Prinze Jr. como un ídolo adolescente y lanzó a Cook al estrellato.

Nostalgia

Para quienes crecieron en esa época, la película evoca una fuerte nostalgia por la moda, la música y las sensibilidades de los 90.

Su influencia es tal que generó un remake con cambio de género, "He's All That" (2021), protagonizado por Addison Rae y Tanner Buchanan, con Rachael Leigh Cook y Matthew Lillard apareciendo en nuevos roles. Si bien el remake intentó actualizar la historia para una nueva generación, muchos sintieron que carecía del encanto orgánico de la original, lo que solo sirvió para reforzar el cariño por la película de 1999.

El final de "She's All That", aunque sigue una fórmula de comedia romántica, logra resonar por su sinceridad emocional subyacente. Zack no solo "gana" a la chica; experimenta un crecimiento personal significativo, aprendiendo sobre la humildad, la autenticidad y el valor de las conexiones humanas por encima de la popularidad superficial. Laney, a su vez, aprende a abrirse, a confiar y a ver que no todo el mundo en el "otro lado" es superficial.

La película, con todas sus imperfecciones y clichés, defiende un mensaje optimista: que las personas pueden cambiar, que los errores pueden enmendarse y que el amor puede encontrarse en los lugares más inesperados, siempre que se mire más allá de las apariencias. Es un testimonio de la importancia de la vulnerabilidad y de la belleza de ser uno mismo.

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