¿Es Dark Crimes una representación fiel de los thrillers psicológicos?

, dirigida por Alexandros Avranas y protagonizada por Jim Carrey, generó expectativas. El material original, un artículo de David Grann para The New Yorker sobre un caso real en Polonia, prometía una historia oscura y fascinante. Sin embargo, la película recibió críticas muy negativas y fue ampliamente considerada un fracaso. ¿Por qué?

A continuación, se aborda la trama principal de Dark Crimes y los detalles que hacen de esta película un thriller psicológico.

El thriller psicológico, como género cinematográfico, se distingue por su capacidad para sumergir al espectador en un laberinto mental. No se trata solo de resolver un crimen sino de entender las motivaciones, los traumas y las complejidades de los personajes involucrados.

Películas como "El Silencio de los Inocentes" (1991), "Seven" (1995), "The Machinist" (2004), o incluso obras más recientes como "Gone Girl" (2014), han definido el género al combinar suspense, elementos de terror psicológico y, a menudo, un final que desafía las expectativas del público.

El éxito de un thriller psicológico radica en su habilidad para:

Crear una atmósfera inquietante: la tensión se construye a través de la ambientación, la música, la fotografía y, sobre todo, la incertidumbre constante.

Desarrollar personajes complejos: los protagonistas y antagonistas no son simplemente buenos o malos; tienen capas, contradicciones y secretos que se revelan gradualmente.

Plantear dilemas morales: la línea entre la víctima y el victimario, la justicia y la venganza, a menudo se difumina, obligando al espectador a cuestionar sus propias creencias.

Ofrecer giros inesperados (pero coherentes): los plot twists son un elemento característico, pero deben estar justificados por la lógica interna de la historia y no ser meros trucos para sorprender.

La película nos presenta a Tadek (Jim Carrey), un detective de policía en Polonia que ha sido relegado a tareas menores después de un incidente no especificado en su carrera. Obsesionado con un caso sin resolver, el brutal asesinato de un hombre de negocios vinculado a un club sadomasoquista, Tadek encuentra un nuevo hilo conductor: una novela escrita por el intelectual y artista Krystov Kozlov (Marton Csokas).

La novela de Kozlov describe un asesinato sorprendentemente similar al crimen real. Tadek, convencido de que el libro es una confesión velada, se obsesiona con Kozlov y su círculo social, que incluye a Kasia (Charlotte Gainsbourg), una enigmática trabajadora sexual y expareja de Kozlov.

A medida que Tadek se adentra en la investigación, se ve cada vez más atrapado en un mundo de perversión, manipulación y violencia. Su propia salud mental comienza a deteriorarse y la línea entre su obsesión profesional y su propia oscuridad interior se vuelve borrosa. La película explora temas de culpa, redención, la naturaleza del mal y el poder de la literatura para reflejar (o incluso incitar) la realidad.

Alexandros Avranas, conocido por su película griega "Miss Violence" (2013), que también exploraba temas oscuros y perturbadores.

Jeremy Brock, un guionista experimentado con créditos en películas como "The Last King of Scotland" (2006). El guión se basa en el artículo "True Crime: A Postmodern Murder Mystery" de David Grann, publicado en The New Yorker en 2008.

La película fue una coproducción internacional, involucrando a compañías de Estados Unidos, Reino Unido y Polonia. Este tipo de coproducciones puede ser beneficioso en términos de recursos, pero también puede presentar desafíos en términos de visión artística y cohesión.

La película se rodó principalmente en Cracovia, Polonia, lo que contribuye a su atmósfera sombría y opresiva.

La elección de Carrey, conocido principalmente por sus roles cómicos, fue un intento de romper con su imagen y demostrar su versatilidad como actor. Sin embargo, su interpretación fue recibida con división de opiniones. Algunos elogiaron su compromiso con el papel, mientras que otros lo encontraron sobreactuado y poco convincente.

Csokas, un actor neozelandés, aporta una presencia inquietante al personaje de Kozlov, el escritor sospechoso. Su interpretación es más sutil y enigmática que la de Carrey.

Gainsbourg, una actriz francesa conocida por sus roles en películas de Lars von Trier, interpreta a una mujer atrapada en el mundo oscuro de Kozlov. Su personaje es complejo y ambiguo, pero la película no le da suficiente espacio para desarrollarse.

Kulesza, una destacada actriz polaca, interpreta a la esposa de Tadek, quien se preocupa por su obsesión con el caso.

Outinen, una actriz finlandesa, tiene un pequeño pero memorable papel como una mujer que podría tener información clave sobre el caso.

"Dark Crimes" fue un fracaso tanto de crítica como de público. En Rotten Tomatoes, la película tiene una calificación de aprobación del 0% basada en 40 reseñas, con una calificación promedio de 2.8/10. El consenso crítico del sitio web dice: "Dark Crimes es un thriller sombrío y desagradable que no logra generar tensión ni interés en sus personajes."

En Metacritic, la película tiene una puntuación de 24 sobre 100, basada en 12 críticas, lo que indica "críticas generalmente desfavorables".

Las principales críticas se centraron en:

Ritmo lento y falta de suspenso: la película avanza a un ritmo glacial, con poca tensión o emoción. Las escenas se alargan innecesariamente y la trama se vuelve predecible.

Tono deprimente y gratuito: la película se regodea en la sordidez y la depravación, pero sin un propósito claro. La violencia y el contenido sexual se sienten gratuitos y explotadores.

Guión débil y personajes poco desarrollados: la trama tiene agujeros y contradicciones. Los personajes son unidimensionales y carecen de profundidad psicológica. El diálogo es a menudo torpe y artificial.

Actuación de Jim Carrey: aunque Carrey se esfuerza, su interpretación se siente fuera de lugar. Su intento de ser serio y oscuro resulta forzado y poco convincente.

La película también fue criticada por su representación de Polonia y su cultura ya que algunos críticos la acusaron de perpetuar estereotipos negativos y de presentar una visión distorsionada del país.

La respuesta del público fue igualmente negativa. La película tuvo un estreno limitado en cines y pasó rápidamente a las plataformas de VOD. No logró generar interés ni entusiasmo y fue rápidamente olvidada.

Para entender por qué "Dark Crimes" no funcionó como thriller psicológico, es necesario analizar sus fallas en varios niveles:

Un buen thriller psicológico juega con la ambigüedad, dejando que el espectador interprete y saque sus propias conclusiones. "Dark Crimes", en cambio, es demasiado explícita y directa. La película no confía en la inteligencia del espectador y explica demasiado, eliminando cualquier misterio o suspense.

Los personajes de "Dark Crimes" son clichés del género. Tadek es el detective obsesionado y atormentado; Kozlov es el villano intelectual y perverso; Kasia es la femme fatale enigmática. Ninguno de ellos se siente real o tridimensional. Sus motivaciones son superficiales, y sus acciones, predecibles.

La película se deleita en mostrar escenas de sexo, violencia y depravación, pero sin un propósito narrativo o temático claro. La sordidez se convierte en un fin en sí mismo, en lugar de ser una herramienta para explorar la psicología de los personajes o la naturaleza del mal.

A pesar de su oscuridad y sus temas supuestamente profundos, "Dark Crimes" no logra conectar emocionalmente con el espectador. Los personajes son tan desagradables y distantes que es difícil sentir empatía por ellos. La película se vuelve una experiencia fría y alienante.

El artículo de David Grann en el que se basa la película es una pieza de periodismo de investigación fascinante y compleja. La película, sin embargo, simplifica la historia y elimina muchos de los matices y detalles que la hacían interesante.

"Dark Crimes" tenía el potencial de ser un gran thriller psicológico. Contaba con una historia real intrigante, un elenco internacional talentoso y un director con experiencia en el género. Sin embargo, la película fracasa en casi todos los aspectos. Su ritmo lento, su tono deprimente, su guión predecible y sus personajes poco desarrollados la convierten en una experiencia decepcionante.

En lugar de explorar la complejidad de la mente humana y los límites de la moralidad, "Dark Crimes" ofrece una visión superficial y explotadora de la oscuridad. La película no logra capturar la esencia del thriller psicológico, y se queda en un intento fallido de emular a los clásicos del género. No se adentra en la psique de sus personajes, no hace un correcto uso de la tensión y el suspenso, es predecible y sobreactuada.

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