¿La película “Chocolate” está basada en un libro?

La película “Chocolate” (2000) es una adaptación cinematográfica de la novela homónima escrita por Joanne Harris en 1999. Aunque la historia mantiene la esencia de la obra original, la película toma ciertas libertades narrativas y estilísticas que la diferencian del libro.

En este artículo, exploramos el origen literario de “Chocolate”, analizamos su adaptación al cine y al final te damos  algunos datos curiosos sobre la película. Puedes ver esta y otras películas gratis a través de la plataforma de

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Antes de convertirse en un éxito cinematográfico, “Chocolate” fue una novela que cautivó a los lectores con su estilo evocador y su historia sobre transformación y deseo.

Joanne Harris, escritora británica de ascendencia francesa, publicó “Chocolate” en 1999. La novela fue un éxito inmediato, convirtiéndose en un bestseller y recibiendo elogios por su narrativa poética y su atmósfera mágica.

Harris, conocida por su estilo sensorial y su enfoque en historias que exploran el choque entre la tradición y el cambio, creó una obra que mezcla realismo mágico con crítica social y romance.

La historia sigue a Vianne Rocher, una mujer independiente y misteriosa que, junto a su hija Anouk, llega a un pequeño pueblo francés llamado Lansquenet-sous-Tannes. Allí abre una chocolatería en plena Cuaresma, desafiando la estricta moral del pueblo, que está dominado por la influencia del cura Francis Reynaud.

A medida que los habitantes comienzan a sucumbir a los placeres del chocolate, también enfrentan sus propios deseos reprimidos y luchas internas. La historia explora la libertad, la aceptación y la lucha contra la intolerancia, todo con un toque de misticismo y sensualidad.

En el año 2000, la novela fue llevada a la gran pantalla bajo la dirección de Lasse Hallström. La película, protagonizada por Juliette Binoche y Johnny Depp, logró capturar la esencia del libro, aunque con algunos cambios significativos.

La película sigue la misma premisa general del libro: Vianne llega con su hija a un pueblo francés conservador y abre una chocolatería que desafía las normas establecidas. 

Visualmente, la película realza la sensualidad del chocolate con escenas llenas de colores cálidos y primeros planos de dulces tentadores, convirtiéndola en una experiencia cinematográfica única.

Aunque la película mantiene la esencia del libro, hay varias diferencias clave que marcan una separación entre ambas obras.

En la novela, el principal antagonista es el cura Francis Reynaud, quien ve a Vianne como una amenaza a la moral del pueblo. En la película, este personaje es reemplazado por el conde de Reynaud, un hombre rígido y controlador que intenta mantener el orden en la comunidad.

Este cambio se hizo probablemente para evitar la controversia de mostrar a un líder religioso como el villano principal y para adaptar mejor la historia a una narrativa cinematográfica más accesible.

En el libro, la relación entre Vianne y Roux es más sutil y menos central en la historia. En la película, en cambio, se le da mayor protagonismo al romance, aprovechando la química entre Juliette Binoche y Johnny Depp.

El final del libro es más ambiguo y abierto, mientras que la película ofrece una resolución más optimista y cerrada. En la novela, Vianne sigue siendo una viajera, sin un hogar fijo, mientras que en la película se sugiere que finalmente encuentra un lugar en el pueblo.

Más allá de la historia que nos presenta en pantalla, “

” tiene un trasfondo de producción lleno de detalles interesantes. Desde la preparación de los actores hasta la elección de las locaciones, cada aspecto fue cuidadosamente trabajado para dar vida a la historia con autenticidad y belleza visual.

Uno de los mayores desafíos de la producción fue lograr que el chocolate se viera tan tentador en la pantalla como lo es en la vida real. Para ello, el equipo de producción contrató a chocolateros expertos que asesoraron en cada detalle, desde la forma en que se fundía y servía hasta cómo debía presentarse en las vitrinas de la tienda de Vianne.

Las escenas en las que se muestra la preparación del chocolate fueron filmadas con una iluminación especial que resaltaba su brillo y textura. Además, se usaron técnicas de filmación en cámara lenta para capturar el momento exacto en el que el chocolate derretido caía sobre los bombones, creando una sensación hipnótica para el espectador.

Para dar mayor autenticidad a su papel, Juliette Binoche no solo estudió la historia de la chocolatería, sino que también tomó clases con maestros chocolateros. Aprendió a templar el chocolate, a hacer bombones y a presentar los dulces de manera artesanal.

Durante el rodaje, Binoche insistió en manipular el chocolate ella misma en las escenas donde Vianne está preparando sus creaciones. Esta dedicación permitió que sus movimientos fueran naturales y convincentes, evitando el uso de dobles o efectos especiales para esas tomas.

Aunque la historia está ambientada en un pequeño pueblo francés llamado Lansquenet-sous-Tannes, este lugar no existe en la realidad. Para la película, la producción eligió filmar en Flavigny-sur-Ozerain, un pintoresco pueblo medieval en la región de Borgoña, Francia.

El pueblo real fue modificado digitalmente en postproducción para agregar la chocolatería de Vianne en la plaza principal y dar la sensación de que se trataba de un lugar completamente aislado del mundo moderno. Esta decisión ayudó a crear la atmósfera mágica y atemporal de la historia.

Algunas otras escenas fueron filmadas en Inglaterra, en la ciudad de Shepperton, donde se recrearon interiores y se ajustaron algunos detalles para complementar la estética de la película.

En la película, Roux, el personaje interpretado por Johnny Depp, es un gitano que vive según sus propias reglas y valores. Para dar autenticidad a su papel, Depp decidió incluir la música como un elemento clave de su personaje.

El actor, quien es guitarrista en la vida real, grabó algunas de las melodías que se escuchan en la película. Además, estudió los gestos y costumbres de las comunidades gitanas para reflejar su esencia en la pantalla. 

Su interpretación ayudó a darle más profundidad al personaje y a reforzar la idea de que Roux representa la libertad y el espíritu rebelde.

Más allá de su belleza visual y su narrativa envolvente, “Chocolate” nos deja un mensaje profundo sobre la vida, el placer y la importancia de la libertad personal.

Uno de los principales aprendizajes de la película es que el cambio puede ser difícil, pero es necesario para evolucionar. Vianne llega a un pueblo donde las reglas están firmemente establecidas, pero a través de su amabilidad y su espíritu libre, logra transformar la mentalidad de los habitantes. 

Esto nos recuerda que desafiar las normas establecidas no siempre es negativo, sino que muchas veces es el primer paso hacia una sociedad más abierta y tolerante.

Otro aspecto importante es la forma en que la película trata el tema del placer sin culpa. 

En un mundo donde muchas veces se nos dice qué está bien y qué está mal, “Chocolate” nos muestra que disfrutar de los pequeños placeres de la vida no debería ser motivo de vergüenza. Comer un chocolate, enamorarse o simplemente permitirse ser feliz son actos esenciales para una vida plena.

La historia también nos habla de la importancia de la comunidad y del apoyo mutuo. Vianne no solo vende chocolate, sino que escucha a las personas, las ayuda a descubrir su propio valor y les muestra que siempre hay una oportunidad para cambiar. 

Nos recuerda que, en un mundo lleno de juicios y restricciones, el amor y la empatía pueden marcar la diferencia.

La adaptación al cine de “Chocolate” es mucho más que una película sobre dulces. Es una historia que nos habla de la transformación personal, la lucha contra la intolerancia y la necesidad de aceptar la diversidad en todas sus formas.

A través de su narrativa cálida y su estilo visual encantador, nos invita a cuestionar las reglas impuestas por la sociedad y a encontrar la felicidad en los placeres sencillos de la vida. Nos enseña que cada persona tiene el derecho de ser quien es, sin miedo al juicio ajeno.