Widows: ¿cómo las mujeres toman el control en este thriller heist?

Las películas de atracos suelen girar en torno a personajes masculinos dominantes, pero Widows (traducida como Viudas), dirigida por Steve McQueen, rompe con este molde al colocar a un grupo de mujeres en el centro de una compleja narrativa de crimen y venganza. Esta película (disponible en

), además de redefinir el género, explora temas de poder, autonomía y resistencia en un contexto de crisis. A continuación, se desglosa cómo las protagonistas de la película toman el control y transforman el curso de los eventos en este intenso thriller heist.

Basada en la miniserie británica de 1983, Widows fue adaptada por McQueen junto a la escritora Gillian Flynn, autora de Gone Girl, lo que ya dejaba entrever una narrativa profundamente psicológica y con personajes femeninos poderosos. La película fue lanzada en 2018, un contexto social marcado por un creciente interés en el empoderamiento de las mujeres, en especial en el marco de movimientos como #MeToo y Time's Up, lo que resonó aún más con la audiencia.

Widows comienza con la muerte de cuatro criminales durante un fallido robo a mano armada en Chicago. Estos hombres no solo dejan un vacío emocional en la vida de sus esposas, sino que también las hunden en una peligrosa red de deudas y amenazas. Jamal Manning (Brian Tyree Henry), un implacable jefe criminal, les exige a las viudas el dinero que sus esposos fallaron en robar. Ante la falta de opciones, las mujeres, lideradas por Veronica (Viola Davis), se ven obligadas a enfrentarse a un mundo de violencia y corrupción del que no saben cómo escapar.

Veronica, la viuda del líder de la banda criminal Harry Rawlings (Liam Neeson), es una mujer firme y decidida que, al descubrir un cuaderno de su difunto esposo con los planos detallados de un próximo atraco, toma la decisión de seguir adelante con el golpe. Sabe que cumplir este plan es su única oportunidad para saldar la deuda y salvar su vida. Sin experiencia en el crimen, Veronica busca a las demás viudas para ayudarse mutuamente, entre ellas: Linda (Michelle Rodríguez) perdió su tienda de vestidos por las deudas que dejó su esposo; Alice (Elizabeth Debicki), que fue víctima de maltrato y manipulación, está desesperada por tomar las riendas de su vida, y Belle (Cynthia Erivo), una madre soltera que trabaja como conductora, se suma al equipo por necesidad económica.

A medida que las viudas empiezan a trabajar juntas para ejecutar el golpe, se enfrentan a los desafíos de un mundo criminal despiadado, liderado por Manning y su violento y perturbador hermano Jatemme (Daniel Kaluuya), quien no dudará en usar la fuerza para recuperar el dinero perdido. Las mujeres se ven obligadas a navegar por un entorno corrupto, donde las líneas entre el poder político y el crimen se desdibujan. El candidato político, Jack Mulligan (Colin Farrell), quien busca mantener su dinastía familiar en el poder, se convierte en un jugador clave en esta trama, que representa una amenaza adicional.

A lo largo de la película, el enfoque no está únicamente en el atraco, sino en cómo estas mujeres, que al principio se encuentran emocional y económicamente devastadas, logran superar sus propias inseguridades y limitaciones. Widows presenta la evolución de cada personaje, especialmente de Veronica, quien debe aprender a confiar en sí misma y en las otras mujeres. El grupo enfrenta traiciones y desafíos internos, pero su fuerza radica en su unión y demuestra que no necesitan a sus esposos para sobrevivir en un mundo regido por hombres poderosos y violentos.

Este thriller heist narra una historia de empoderamiento femenino, donde las mujeres toman el control de sus destinos, luchan por sus vidas y se liberan de las sombras de los hombres que una vez dominaron sus existencias.

El casting es uno de los aspectos más destacados de la película: la calidad de las actuaciones, la diversidad y profundidad que cada miembro del reparto aporta a sus personajes. Liderado por

, quien interpreta a Veronica Rawlings, el elenco incluye a Michelle Rodríguez como Linda, Elizabeth Debicki como Alice y Cynthia Erivo como Belle. Cada una de ellas, logra capturar la esencia de mujeres comunes que, ante la pérdida de sus esposos, se ven forzadas a tomar las riendas de sus vidas en un entorno lleno de peligros.

Viola Davis

El personaje principal ofrece una actuación conmovedora y poderosa. Su personaje es una mujer endurecida por la pérdida de su esposo, Harry Rawlings (Liam Neeson), un ladrón profesional. Veronica debe lidiar con el dolor de la pérdida y con la enorme presión de cumplir un golpe que nunca estuvo destinada a realizar. Davis encarna a la perfección a una mujer que, aunque al principio parece impenetrable, poco a poco revela sus miedos e inseguridades, y se convierte en la fuerza motriz que guía al equipo.

Michelle Rodríguez

Conocida por sus roles en películas de acción, se aleja de los estereotipos con su interpretación de Linda. Aunque sigue siendo fuerte y determinada, es una mujer que fue golpeada por las dificultades financieras que dejó su esposo, lo que costó perder su negocio y enfrentarse a un futuro incierto. A través de su papel, Rodríguez retrata a una madre trabajadora y pragmática que, aunque inicialmente no está interesada en el crimen, demuestra que es capaz de adaptarse rápidamente y sacar adelante a su familia, sin perder de vista lo que es realmente importante.

Elizabeth Debicki 

Ofrece una de las actuaciones más reveladoras del reparto. Alice comienza la película como una mujer sumisa, atrapada en una relación abusiva y dependiente de las decisiones de otros. Sin embargo, a lo largo de la película, se va transformando en una persona independiente y valiente que aprende a defenderse por sí misma. La actuación de Debicki logra captar esta evolución de manera matizada, mostrando cómo su personaje toma control de su vida.

Cynthia Erivo

En su papel como Belle, añade una energía fresca y dinámica al grupo. Aunque inicialmente es una forastera en el equipo, Belle pronto se convierte en un miembro indispensable, que utiliza su fuerza física y su inteligencia para contribuir a la operación.

El director conocido por su enfoque incisivo en temas sociales y su estilo visual distintivo, entrega en Widows una dirección que trasciende los límites de lo que se espera de un thriller de atracos. McQueen, quien previamente abordó temas profundos de desigualdad y opresión en películas como 12 Years a Slave, crea una obra que explora las capas más íntimas de sus personajes femeninos, y centra la atención en sus luchas internas y emocionales. Esta elección permite que Widows sea mucho más que una película sobre un golpe fallido y un intento desesperado de enmendar las cosas; si no que trata sobre el empoderamiento, el duelo y la identidad en medio de una sociedad hostil y corrupta.

Lo más impresionante del enfoque de McQueen es cómo entrelaza las historias personales de las protagonistas con el contexto político y social de Chicago. La corrupción política y la desigualdad estructural afectan directamente las decisiones y las acciones de los personajes. El film plantea preguntas complejas sobre el poder, la justicia y el género, y lo hace a través de la exploración de mujeres que, a lo largo de la película, descubren que deben crear sus propios caminos en un mundo diseñado para excluirlas.

McQueen también desafía las convenciones del género de atracos al restar protagonismo a los hombres y poner a las mujeres al frente de la acción. Este cambio simbólico está respaldado por una narrativa que explora lo que significa para estas mujeres tomar el control de sus propias vidas. En lugar de ser simples reemplazos de sus maridos, el director las muestra como individuos con deseos, miedos y sueños propios, y esto enriquece la experiencia del espectador al dotar a la película de una dimensión más profunda.

El estilo visual de Widows es uno de los aspectos más impresionantes y cautivadores del film, y es una clara extensión de la visión artística del director, Steve McQueen. Desde los primeros minutos, queda claro que esta no es una típica película de atracos, sino que utiliza una serie de planos largos, acompañados por silencios profundos, para resaltar el aislamiento emocional de sus protagonistas. Estos momentos de quietud construyen una atmósfera de tensión constante, y también permiten al espectador adentrarse en las emociones de las mujeres.

Sean Bobbitt y el colaborador frecuente de McQueen, a través del uso de luces tenues, sombras profundas y colores oscuros, establecen un ambiente sombrío y casi claustrofóbico, que refleja el estado emocional de las protagonistas y la opresiva realidad a la que se enfrentan.

Uno de los recursos visuales más destacados de McQueen es el uso de planos secuencia, que sirven para mantener la tensión en las escenas de acción y para darle una cualidad casi documental a ciertos momentos. Estos planos largos permiten que el espectador observe los eventos en tiempo real, y que le genere una sensación de inmediatez y autenticidad. En lugar de recurrir a montajes rápidos o cortes bruscos para intensificar el drama, McQueen confía en la habilidad de la cámara para capturar la vida diaria de sus personajes.

Finalmente, el ritmo visual pausado, aunque inusual para un thriller de atracos, es lo que le da a la película su distintiva identidad. El director no tiene prisa por llegar a los momentos de acción, sino que se toma su tiempo para desarrollar las relaciones y conflictos internos de sus personajes. Esto crea una tensión que explota en los momentos clave, haciendo que los pocos estallidos de violencia y acción sean aún más impactantes.

Uno de los aspectos más sobresalientes de la película es su habilidad para transformar la narrativa típica de un thriller de atracos en un agudo comentario social. A primera vista, parece seguir los lineamientos clásicos del género, pero rápidamente revela una profundidad inesperada al centrar su trama en temas de desigualdad social, corrupción política y la lucha por la supervivencia en un entorno hostil. En lugar de basarse en la codicia o el deseo de venganza, como es habitual en las historias de este tipo, el atraco en Widows está impulsado por una necesidad de escapar de la pobreza y protegerse de las amenazas que los maridos de las protagonistas dejaron a su paso.

La película no solo es un thriller de crimen, sino también una crítica incisiva al sistema que atrapa a estas mujeres en ciclos de dependencia y vulnerabilidad. Chicago, con sus divisiones raciales y de clase, se convierte en un microcosmos de las desigualdades más amplias de la sociedad estadounidense. Las protagonistas, todas de diferentes orígenes y circunstancias, enfrentan barreras sociales y económicas que las empujan a tomar decisiones desesperadas. La historia revela cómo, en muchos casos, las mujeres de bajos recursos luchan por sus propios medios, y también por liberarse de las cadenas que las mantienen subordinadas a un sistema corrupto y patriarcal.

Otro aspecto fundamental que eleva la película a un nivel diferente dentro del género. McQueen y la guionista Gillian Flynn crean personajes femeninos complejos y multifacéticos que no caen en los estereotipos tradicionales de las películas de atracos. 

Veronica, Linda, Alice y Belle son mujeres que deben luchar contra las amenazas externas y contra las expectativas impuestas por una sociedad machista que las subestima constantemente.

A través de las experiencias de sus protagonistas, la película expone cómo las mujeres a menudo son relegadas a roles secundarios, tanto en la sociedad como en el cine. 

Sin embargo, McQueen las coloca en el centro de la acción, y lo hace sin romantizar su lucha ni reducirlas a meros símbolos de empoderamiento. Sus decisiones son duras, a veces moralmente ambiguas, pero siempre comprensibles dentro del contexto de supervivencia en el que viven.

Veronica, una mujer negra, lidia con la carga adicional del racismo y el clasismo, mientras que Alice, una mujer blanca de clase media, lucha por romper con años de dependencia emocional y financiera. Linda, de ascendencia latina, enfrenta los estigmas asociados a su identidad, mientras que Belle, como madre soltera y trabajadora, desafía las nociones tradicionales de feminidad y fuerza. 

Juntas, estas mujeres representan una coalición diversa de resistencia frente a un sistema que las marginó de diferentes maneras, pero que también las unió en una lucha común por la libertad y la dignidad.

Uno de los temas centrales es el concepto de poder y cómo este se transforma a lo largo de la trama. Al inicio de la película, las protagonistas se encuentran en una situación de total impotencia, víctimas de las decisiones imprudentes y criminales de sus maridos. Sin embargo, la película muestra cómo el poder cambia de manos, de los hombres que las controlaban a las mujeres que deben asumir un papel que nunca imaginaron desempeñar.

Este cambio no es solo físico, sino también emocional y psicológico. A medida que avanzan en la planificación del robo, cada una de ellas atraviesa un proceso de autodescubrimiento y empoderamiento. De este modo, Widows nos muestra que el poder no siempre reside en el control o la fuerza física, sino en la capacidad de adaptarse, resistir y superar circunstancias extremas.

El concepto de poder en la película también se vincula con la independencia. Cada una de las protagonistas debe aprender a liberarse de los roles impuestos por sus relaciones anteriores, ya sea como esposas, madres o hijas. El acto del atraco se convierte en una metáfora de su emancipación: no están robando solo para sobrevivir, sino para recuperar el control de sus vidas y reescribir su destino.

Widows fue ampliamente elogiada por los críticos por su guion inteligente, su estilo visual y las potentes actuaciones de su elenco. Muchos destacaron la interpretación de Viola Davis, quien lleva el peso emocional de la película con una intensidad que es a la vez conmovedora y feroz. Otros críticos mencionaron cómo la película desafía las expectativas del género y ofrece un comentario social que pocas películas de atracos lograron.

Sin embargo, también hubo quienes criticaron el ritmo de la película y argumentaron que en algunos momentos se desvía demasiado del suspenso para enfocarse en los dramas personales de las protagonistas. 

A pesar de las críticas, muchos defensores de Widows consideraron que estos momentos de pausa eran necesarios para construir la profundidad emocional de los personajes. 

En lugar de centrarse exclusivamente en el suspense y la acción, la película se tomó el tiempo necesario para explorar la carga emocional que cada mujer llevaba, mostrando que detrás de la fachada de un "thriller de atracos", había una reflexión más profunda sobre la pérdida, el duelo y la lucha por sobrevivir.

Otro aspecto que fue elogiado por la crítica fue la habilidad del director Steve McQueen para equilibrar los elementos del thriller con el comentario social, sin que uno eclipsara al otro. 

La película explora las dinámicas de poder entre hombres y mujeres y aborda cuestiones relacionadas con la raza y la clase en la sociedad contemporánea. El telón de fondo de Chicago, con su corrupción política y sus divisiones económicas, añade capas adicionales a la narrativa, haciendo que el conflicto del atraco trascienda lo meramente personal.

La película también fue elogiada por la representación honesta y cruda de mujeres que están acostumbradas a ser subestimadas. En lugar de presentarlas como simples víctimas o figuras decorativas en una trama dominada por hombres, Widows les otorga agencia y las coloca en el centro de la acción. 

Esta representación fue vista como un paso adelante en la evolución de los roles femeninos en el cine, especialmente en un género que históricamente era relegado a las mujeres a papeles secundarios.

Widows es un thriller cargado de comentarios sociales, con personajes femeninos complejos que desafían las normas establecidas. Steve McQueen y Gillian Flynn lograron crear una obra cinematográfica que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión sobre la estructura de poder, la política, la raza y el papel de la mujer en la sociedad. 

La película se consolidó como una de las películas más importantes dentro del género heist, y se destaca por su capacidad para mostrar cómo, en situaciones de crisis, las mujeres pueden tomar el control de su destino y cambiar las reglas del juego.