A lo largo de los años, el cine de terror ha encontrado nuevas formas de darle vida a objetos que en teoría deberían ser inofensivos. Uno de esos casos es el jack-in-the-box o “caja sorpresa”, un juguete infantil que se ha vuelto un símbolo inquietante en varias películas.
Sin embargo, pocas lo han llevado tan lejos como la saga británica “Jack in the box”, conocida en español como “Jack en la caja maldita”. Esta serie de películas de bajo presupuesto ha ganado notoriedad entre los fanáticos del terror independiente por su propuesta sencilla pero efectiva: un demonio encerrado en una caja antigua que desata el caos cuando es liberado.
Pero ¿cuántas entregas tiene exactamente esta saga? ¿Y vale la pena seguirle la pista? Sigue leyendo para saberlo.

Jack vuelve y no está solo en la caja
Una saga reciente, pero con personalidad propia
La saga de “Jack en la caja maldita” es relativamente nueva, con su primera entrega estrenada en 2019.
A pesar de sus limitaciones presupuestales, ha conseguido mantener el interés gracias a una atmósfera sólida, un diseño de criatura efectivo y un tratamiento clásico del horror, muy en la línea de lo que haría una producción de “Amicus” o “Hammer”, pero adaptada al gusto contemporáneo.
El personaje central es una criatura demoníaca que habita dentro de una caja mecánica con apariencia de juguete. Cuando la caja se abre, el ser despierta y comienza a matar siguiendo reglas antiguas que vinculan su existencia con rituales, sacrificios y maldiciones.

La caja reaparece
Hasta la fecha, la franquicia cuenta con 3 películas oficiales, todas dirigidas por Lawrence Fowler, quien también ha escrito los guiones y producido los films bajo el sello Fowler Media. Aunque las películas no han llegado a salas comerciales, han encontrado una base sólida de fans gracias a su distribución digital y en DVD.
Origen y creación del personaje Jack
La mente detrás de “Jack en la caja maldita” es Lawrence Fowler, cineasta británico especializado en terror independiente. Antes de iniciar esta saga, Fowler ya había trabajado en varios cortometrajes y películas de bajo presupuesto, moviéndose siempre dentro del género.
Su interés por las figuras clásicas del horror, desde los monstruos góticos hasta los artefactos malditos, lo llevó a idear una historia centrada en un objeto inquietante, pero aparentemente inocente: el jack-in-the-box o caja sorpresa.
La idea surgió, según Fowler, al observar cómo los juguetes pueden adquirir una dimensión siniestra en el contexto adecuado. En entrevistas, ha mencionado que siempre le pareció extraño que un juguete diseñado para sorprender a los niños con una figura de payaso saltando de una caja no se explotara más en el cine de terror.
A partir de ahí, comenzó a trabajar en un guión que no solo jugara con el miedo visual del juguete, sino que también construyera una mitología demoníaca detrás de él.
El objetivo de Fowler nunca fue crear un simple “monstruo de turno”, sino una figura que pudiera evolucionar a lo largo de varias películas. Por eso, desde la primera entrega, el guión establece reglas claras para el funcionamiento de la caja y el comportamiento del ser que habita dentro.
Este enfoque sistemático y casi ritualista es lo que permitió que la saga creciera en entregas posteriores, con un mundo coherente y un antagonista que se siente más grande que los protagonistas.
1. “The Jack in the box” (2019)
La primera película, simplemente titulada “
The Jack in the box”, fue estrenada en 2019 y marcó el inicio de esta nueva criatura en el panteón del terror moderno.
La historia sigue a Casey, un joven curador que trabaja en un museo rural en Inglaterra. Cuando el museo recibe una antigua caja mecánica proveniente de Estados Unidos, eventos extraños comienzan a ocurrir, incluyendo muertes inexplicables.
La caja resulta contener a un demonio que adopta la forma de un siniestro payaso mecánico. La criatura tiene reglas específicas: solo puede salir cuando alguien lo ve abrirse y, una vez liberado, necesita 6 víctimas para volver a dormir.
Aunque claramente de bajo presupuesto, la cinta tiene una estética cuidada y aprovecha muy bien los recursos con los que cuenta. El diseño de la criatura (una mezcla entre mimo, payaso y entidad demoníaca) resulta inquietante, y la atmósfera rural y silenciosa acentúa la tensión.
Esta primera entrega sentó las bases del mito, estableciendo las reglas y origen del ente dentro de la caja.

La caja se abre
2. “The Jack in the box: Awakening” (2022)
La segunda entrega, subtitulada “Awakening” (Despertar), llegó en 2022 y expande el universo introducido en la primera película.
Esta vez la historia se traslada a una mansión inglesa donde vive una mujer adinerada en estado terminal, Olga Marsdale, quien busca desesperadamente extender su vida a cualquier precio. Al enterarse del poder de la caja, organiza un pacto con la criatura demoníaca: sacrificios humanos a cambio de más tiempo de vida.
Aquí el tono de la película cambia ligeramente. Si bien conserva el horror visual y las muertes creativas, hay un enfoque mayor en lo gótico y en los pactos demoníacos, recordando en cierto modo a las viejas películas de horror sobrenatural europeo.
También se amplía la mitología: la caja no es simplemente un objeto maldito, sino un artefacto que puede ser invocado, controlado y negociado.
Esta entrega también destaca por el hecho de que el monstruo ya no es un ente desatado al azar, sino una figura casi contractual, que interactúa de forma indirecta con los humanos que lo despiertan. Es una evolución interesante para una franquicia que podría haber optado simplemente por repetir la fórmula.

Jack observa desde lo alto
3. “The Jack in the box: Ripper” (2024)
La tercera película, titulada “The Jack in the box: Ripper”, fue estrenada en 2024 y es la entrega más ambiciosa hasta ahora. Esta vez, la caja llega a Londres y se mezcla con el mito de Jack el Destripador, llevando el terror a un nuevo contexto histórico. Aquí, la criatura asume un perfil más agresivo y se vincula directamente con los asesinatos en Whitechapel.
Aunque aún mantiene el núcleo de la saga (una caja maldita, una criatura asesina y víctimas sacrificadas bajo ciertas condiciones), la historia introduce horror sobrenatural y thriller policial.
Hay más acción, más persecuciones y una estética más urbana. Además, se sugiere que la criatura de la caja ha estado presente en otras épocas de la historia, dejando abierta la posibilidad de más entregas ubicadas en distintos periodos.
Este intento de fusionar la franquicia con leyendas históricas ha sido recibido con opiniones divididas. Algunos fans celebran la expansión del lore y el intento de hacer algo diferente; otros consideran que se aleja del tono íntimo de las 2 primeras películas. Aun así, representa un paso adelante en términos de producción y narrativa.

Algo perturba la calma en el internado
El diseño de Jack y su evolución
Apodado simplemente como “Jack”, esta criatura presenta un diseño muy particular: una mezcla entre un payaso mecánico, un mimo aterrador y una figura demoníaca con rasgos humanoides. Su rostro blanco, su sonrisa torcida, los ojos oscuros y vacíos y sus movimientos abruptos e inhumanos generan un miedo profundo que va más allá del susto fácil.
Desde la primera película, Jack aparece como una figura silenciosa pero imponente. Viste ropajes oscuros, de estilo victoriano y su aspecto recuerda vagamente a los muñecos autómatas del siglo XIX. A medida que avanza la saga, su diseño se mantiene en esencia, pero va ganando matices.
En “The Jack in the box: Awakening”, por ejemplo, sus movimientos se vuelven más refinados, casi rituales, como si hubiera adquirido conciencia de su rol como ejecutor de pactos demoníacos. La criatura ya no solo mata, parece disfrutar del proceso y su presencia se vuelve más simbólica.
Evolución en cada entrega y permanencia visual
Para la tercera entrega, “Jack in the box: Ripper”, el personaje adopta un matiz más agresivo. Se le vincula con la figura histórica de Jack el Destripador, lo cual refuerza su faceta violenta. Su atuendo se vuelve más oscuro, sus apariciones más sangrientas y la película lo muestra en acción con mayor detalle.
Sin embargo, incluso con estas variaciones, el núcleo visual del personaje se mantiene: un ser salido de una caja, con rostro de payaso mecánico, y la promesa de muerte en cada salto.
Lo más interesante del diseño de Jack es que, a pesar del bajo presupuesto de las películas, logra transmitir un terror efectivo y duradero. No es un monstruo recargado en CGI, sino un trabajo de maquillaje, prótesis y actuación corporal que remite al horror clásico de los años 70 y 80, donde lo físico era mucho más perturbador que lo digital.
Curiosidades del rodaje y detrás de cámaras
Aunque se trata de una franquicia modesta en términos de producción, “Jack en la caja maldita” tiene varias curiosidades interesantes detrás de cámaras que ayudan a entender cómo se construyó este universo con recursos limitados pero mucha creatividad.
Para empezar, todas las películas fueron filmadas en locaciones reales del Reino Unido, aprovechando casas antiguas, museos regionales y mansiones rurales. Esto permitió ahorrar en construcción de sets, pero también aportó una atmósfera genuina.
Muchas de las escenas en interiores fueron rodadas en propiedades históricas que ya tenían ese aire gótico y ominoso que la película requería.
El actor detrás de Jack y el sonido de la caja
En cuanto a la criatura, el actor que interpreta a Jack en las 3 películas es James Swanton, un performer especializado en movimientos corporales extremos. Es conocido en el circuito de horror por su capacidad para transformar su cuerpo en formas extrañas sin necesidad de efectos especiales.
Su trabajo físico ha sido fundamental para dar vida a Jack como una figura que parece no pertenecer a este mundo, con una gestualidad perturbadora que mezcla rigidez mecánica con brutalidad salvaje.
El maquillaje del personaje fue diseñado para aplicarse en una sola sesión y poder usarse durante varios días de rodaje. Esto se logró con una máscara prostética hecha a mano, combinada con pintura corporal y elementos de utilería. La ropa del personaje fue modificada a mano por el propio equipo de vestuario, y en algunos casos, se utilizó el mismo traje en más de una película con leves ajustes.
Un detalle interesante es que el sonido de la caja al abrirse (esa tonada infantil deformada) fue grabado utilizando un juguete real de los años 60, al que se le añadieron efectos distorsionados y ecos para generar una sensación de malestar. Según Fowler, querían que cada vez que se escuchara esa melodía, el espectador sintiera nostalgia y terror.
Un equipo unido y una estética constante
Aunque el equipo técnico de cada película es reducido, varios miembros han trabajado juntos en los 3 films, creando una especie de “familia creativa” que conoce muy bien el tono y el ritmo de la franquicia.
Esto ha permitido que la saga mantenga una coherencia visual y temática, a pesar del paso de los años y los cambios en el enfoque narrativo.
¿Habrá más películas de “Jack en la caja maldita”?
Hasta ahora, la saga no ha anunciado oficialmente una cuarta entrega, pero Lawrence Fowler ha insinuado en entrevistas que el universo de la caja tiene mucho más que ofrecer. La idea de una entidad demoníaca que puede viajar en el tiempo y adaptarse a diferentes culturas abre muchas posibilidades narrativas.
Además, dado el bajo costo de producción y la rentabilidad en plataformas digitales, no sería raro que veamos más entregas en el futuro. Una idea que ha circulado entre los fans es una película ambientada en la Segunda Guerra Mundial o incluso una precuela en la época victoriana que explique los orígenes de la caja.
Conclusión
La saga de “Jack en la caja maldita” actualmente cuenta con 3 películas:
“The Jack in the box” (2019)
“The Jack in the box: Awakening” (2022)
“The Jack in the box: Ripper” (2024)
Aunque no pertenece al circuito de grandes estudios ni cuenta con campañas millonarias, ha sabido construir su propio nicho en el mundo del terror independiente. Su mitología oscura, ambientaciones opresivas y una criatura carismáticamente monstruosa le ha dado una identidad clara, lo que no siempre ocurre en este tipo de franquicias menores.
Si eres fan del terror con toques clásicos y te gustan las películas con un monstruo bien definido y reglas específicas, esta saga puede ser una adición interesante a tu lista. Y si sigue creciendo como hasta ahora, bien podría convertirse en una de las sagas más longevas del cine de terror británico moderno.