Terrenos ejidales en México: todo lo que necesitas saber antes de invertir
Los terrenos ejidales son propiedades comunales en México, atractivas para inversión pero complejas legalmente.
Los terrenos ejidales son propiedades comunales en México, atractivas para inversión pero complejas legalmente.
Los terrenos comunales son un elemento insustituible en el aspecto legal y social aquí en México. Son una opción llamativa de inversión, pero también resultan complejas. Para muchas personas, estos terrenos son una manera económica de adentrarse al mercado inmobiliario, en un contexto de país en el que la propiedad particular a veces puede resultar algo imposible. No obstante, la naturaleza pública y las restricciones de los terrenos ejidales necesitan ser comprendidas exhaustivamente por los inversionistas.
A continuación, se describe todo acerca de terrenos ejidales, su definición, origen histórico, hasta incluso las complicaciones legales para adquirirlos y las distintas oportunidades que se pueden obtener por los inversionistas.
Un
ejidal es una parcela de tierra que pertenece a un ejido, una especie de propiedad comunal que nació en México como consecuencia de las reformas agrarias posteriores a la Revolución Mexicana. Este sistema se creó con el objetivo de brindar acceso a tierras a las comunidades rurales, en vez de plantear el modelo opositor, que era la propiedad particular.
La revolución mexicana duró desde 1910 hasta 1920. Esta buscó principalmente cambiar definitivamente las bases de la propiedad agraria. Antes de esta época, la tierra estaba únicamente en posesión de ricos o grandes propietarios, lo que provocaba una desigualdad masiva y desataba conflictos entre la sociedad. Con la nueva mirada de la reforma agraria, se designaron ejidos, lugares donde las tierras iban a ser trabajadas por ejidatarios, los cuales tenían que cuidar esos lugares.
En 1915, se estableció la Ley Agraria; en ella se oficializó la existencia de los ejidos y estableció que estas tierras no se podían vender. Todo lo contrario, tenían que ser mantenidas por los ejidatarios. A pesar de que la ley fue cambiando, el ejido como lugar comunal nunca se cambió. A partir de allí, estos empezaron a ser utilizados para el impulso rural y abolir la pobreza de las comunidades
.
La organización de un ejido es muy importante para su correcto funcionamiento. Un ejido posee varios órganos de gobierno:
Asamblea Ejidal: conocido como el órgano máximo de decisión, la Asamblea Ejidal es el lugar donde los ejidatarios pueden votar y opinar. No obstante, la asamblea es la que toma las decisiones acerca de los usos y distribución de las tierras. Hay reuniones cada cierto tiempo para corroborar que todo esté bien y para proponer cosas nuevas.
Comisariado Ejidal: es conocido como el representante legal del ejido con las autoridades externas. Es elegido por la asamblea y gestiona los aspectos administrativos planteados por la asamblea.
Consejo de Vigilancia: se encarga de supervisar las acciones que toma el comisario y chequear que este cumpla con lo establecido. Esto es de vital importancia, ya que asegura que no habrá preferencias dentro de la comunidad.
Gracias a estos órganos, se puede asegurar una mejor administración. También se incluyen de manera directa los ejidatarios en las decisiones que se toman, las cuales influyen en su vida y en sus tierras.
Para poder realizar la compra de terrenos en México, es importante informarse sobre las diferencias entre la propiedad privada y los terrenos ejidales. Estos dos poseen muchas distinciones, tanto en los derechos de propiedad, así como las capacidades de desarrollo y comercio en estos lugares.
Propiedad privada: en este tipo de lugar, los propietarios poseen todos los derechos que avalan que esa propiedad es solo suya, lo que los habilita a vender, poder refaccionar y utilizarla como quieran. Estos derechos los protege la Constitución de México. Los propietarios tienen la posibilidad de hipotecar sus bienes; por lo tanto, pueden acceder a financiamientos para otros proyectos de desarrollo.
Terreno ejidal: por otro lado, los terrenos o propiedades comunales tienen otras restricciones. Si bien los ejidatarios pueden manipular la tierra y obtener beneficios con esto, no pueden vender, hipotecar o hacer uso de ella sin el permiso de la Asamblea Ejidal. Todo esto fue con el objetivo de humanizar la tierra y no hacer uso de preferencias. Por ende, se diferencia de un carácter de propiedad particular porque los ejidatarios tienen un accionar mucho más limitado.
Ventajas de terrenos ejidales:
Como primera ventaja encontramos un costo más accesible. En general, estos terrenos suelen ser menos costosos que las propiedades privadas. Esto atrae a varios inversionistas a causa de que, en estos lugares, los precios de la tierra no han estallado.
Además, estos terrenos brindan varias oportunidades de desarrollo. Si se utilizan de manera inteligente, los inversionistas se podrían poner de acuerdo para obtener una retribución monetaria por estos lugares, hasta la posibilidad de hacer con ellos una propiedad particular.
Desventajas de terrenos ejidales:
No todas son ventajas; en estos terrenos también poseen ciertas limitaciones en la transacción. Todas las complejidades legales que hay pueden frustrar el uso de este lugar. También, hay complicaciones como tener de una vez los permisos para actuar en estas tierras o conseguir el dinero para hacerlo.
A su vez, también hay algunos conflictos potenciales. Como la titularidad es comunal, se pueden dar ciertas peleas entre ejidatarios y autoridades para establecer el objetivo de estos lugares.
Las dos tienen diferencias; lo importante es que definas tu estrategia de inversión y uso para poder tomar la decisión de comprar entre estas dos. Si se está dispuesto a tomar algunos riesgos de pérdida de capital para probar oportunidades en los terrenos comunales y también se tiene tiempo, estos son recomendados.
La adquisición de un terreno ejidal conlleva varios detalles legales que pueden resultar complejos. Estos deben ser tratados con mucha precaución y atención.
La compra de terrenos ejidales necesita pasos precisos, en los que también se relacionan varios actores:
El primer paso es la identificación del terreno. No se podía arrancar por otro lado más que estableciendo el lugar donde queríamos desarrollar nuestros proyectos. También hay que revisar su estatus legal, viendo que no haya deudas o malas reclamaciones en contra. Para esto, se puede preguntar a otros ejidatarios o revisar los documentos en el Registro Agrario Nacional.
Luego, se debe consultar a la Asamblea Ejidal. La compra de un terreno ejidal debe ser aprobada primero por este órgano, el cual habilita o no a un inversionista a la disposición de la tierra. Procura ser claro y honesto para la aprobación de tu proyecto.
Por último, una vez aprobada tu propuesta, lo que sigue es contar con la papelería necesaria para comprarlo. Generalmente, se suele requerir la identificación, comprobante de domicilio, entre otros requisitos.
Registro Agrario Nacional (RAN): esta entidad contiene datos administrativos sobre ejidos y sus ejidatarios. Es de mucha importancia que consultes aquí para pasar a la compra legal del terreno y conocer quién es el ejidatario.
Registro Público de la Propiedad: una vez comprado el terreno, el propietario debe formalizar esta compra; para eso acude a este registro. Él mismo se encarga de definir derechos de propiedades y obviamente que no se generen controversias entre propietarios.
Estos terrenos poseen ciertas limitaciones en su venta y en su uso. Es importante saber que cualquier transacción que conlleva algunos cambios en el estatus del terreno requiere obligatoriamente el aval de la asamblea. A su vez, también hay ciertas condiciones del uso de la tierra.
Algunas restricciones son:
Imposibilidad de venta inmediata: se necesita saber que estas tierras no se pueden vender cuando se deseen. Se debe llevar a cabo un proceso de cambio de estatus y que la asamblea apruebe esta salida del propietario.
Limitaciones en el uso: es común que ciertos ejidos tengan condiciones en el uso de su tierra, como construcciones de viviendas o actividades comerciales. No obstante, varía según el ejido.
Si bien la conversión de un terreno ejidal en propiedad particular es algo complejo, se puede hacer. Cabe aclarar que es un proceso engorroso, con muchos pasos y compromiso del inversionista.
El primer paso es presentar una solicitud ante la Asamblea Ejidal. En esta, se deben establecer de manera formal los cambios requeridos en el terreno. La solicitud debe ser argumentativa, expresando el por qué se quiere tomar esta decisión. Los fundamentos deben ser muy buenos.
Luego, la asamblea discutirá la solicitud, y en caso de que se apruebe, el inversionista pasará con los temas legales obligatorios.
Por último, se debe hacer cumplimiento de estos requisitos legales. Estos pueden ser la presentación de papelería, como también el chequeo de los pagos. Aquí se recomienda un abogado agrario para hacer el proceso lo mejor posible.
La asamblea cuenta con la completa libertad de autorizar, o no, el cambio de estatus. Para tomar una decisión definitiva, se apoya en el interés de la comunidad, en la evaluación del proyecto (si es bueno o no) y también la opinión de los ejidatarios. Por eso, es necesario estar dispuesto a negociar todos estos aspectos en caso de que la situación sea desfavorable.
Como se presentó anteriormente, no todo es color de rosas al invertir en terrenos ejidales. Son varios los riesgos que deben ser analizados. Por un lado hay oportunidades de inversión, pero por el otro hay complicaciones que las afectan.
Falta de certeza legal: como la tierra es común para todos, se pueden dar disputas en el sentido del uso de la tierra del ejido. Eso puede ser perjudicial y retrasar los proyectos impuestos.
Conflictos internos: existe la posibilidad de que los ejidatarios no compartan la opinión del inversionista y eso genera peleas dentro de la comunidad. Por eso, es casi obligatorio que analices el contexto y la dinámica social con la que cuenta el ejidatario en el que vas a invertir.
Limitaciones para la venta: por otro lado, como son engorrosos los trámites de compra y venta de ejidos, hay que tener cuidado sobre sí te conviene invertir acá. Esta inversión conlleva un uso de capital a largo plazo.
Investigación exhaustiva: primero que todo, como ya se dijo, es importante analizar el contexto del ejido; su estatus legal, su comunidad y también sus intereses. Se puede recurrir a la comunicación con otros ejidatarios para obtener estos datos.
Asesoría legal: en estos casos, un abogado (mejor si está especializado en derecho agrario) podría hacer que los trámites se realicen con mayor fluidez y puede llegar a ahorrarte la tarea de estar pendiente a las situaciones legales del ejido.
Construcción de relaciones: por su puesto, tener buenos tratos con la asamblea y con los ejidatarios te facilita las futuras decisiones que quieras tomar. ¡Sé cuidadoso!
Aunque los riesgos son muchos, esta inversión tiene muchas opciones interesantes a la hora de destinar nuestro capital a algo a largo plazo.
México ha experimentado un importante crecimiento en su población. A su vez, la urbanización que redujo las tierras en el país hizo que las parcelas sean más y más requeridas. Es por eso que debes encontrar terrenos ejidales en áreas transitadas para salir beneficiado de este fenómeno.
Uno de ellos es el conocido desarrollo en la zona metropolitana de Guadalajara. Para el que no sabe, varios inversionistas compraron terrenos comunales aquí. Posteriormente, lograron transformarlas en propiedades particulares, lo que fue recibido bien por la comunidad local.
Por otro lado, también se han creado proyectos con iniciativas sostenibles. Fue la agricultura urbana y el uso de energías renovables, lo que provocó interés adicional en los terrenos ejidales.
Teniendo en cuenta todo lo descripto, cuando compramos un terreno ejidal, hay que saber que este no posee venta inmediata y que también vas a necesitar respetar el proceso legal a la hora de hacer alguna transacción. En el caso de querer cambiarlo a una propiedad particular, se debe de seguir un procedimiento un tanto complicado. Se podría decir que un terreno comunal te limita en cierto punto, ya que antes de realizar cualquier cosa, debes consultarlo a la asamblea.
La respuesta es sí y no. A diferencia de la propiedad privada, los terrenos ejidales no pueden ser escriturados en principio. Como ya se mencionó, para obtener la escrituración, se debe hacer el proceso de cambio de estatus y que esto sea avalado por la asamblea.
Son varios los problemas que tiene un terreno ejidal. Algunos de ellos son la falta de certeza legal (no hay dueños legítimos de terrenos), también se presentan restricciones en el uso y venta del terreno, y a veces hay conflictos internos entre ejidatarios. Por eso, analiza bien las alternativas antes de tomar alguna decisión.
No hay un único dueño de los terrenos ejidales. Estos pertenecen a la comunidad, y todos poseen derechos sobre la tierra; pero, cómo se comparten, estos son más que en una propiedad privada. La tierra no se puede vender ni hipotecar sin el permiso de la asamblea.
En conclusión, los terrenos ejidales son una buena alternativa dentro de lo que es el mercado de
en México. No obstante, un aspecto que no comparte con la propiedad particular es que tiene más riesgos y problemas que deben ser tomados con mucho más cuidado.
Para la compra de terrenos ejidales, es de vital importancia informarte en el rubro para obtener buenos resultados; el asesoramiento legal también es crucial. Tener relaciones amistosas con miembros de la asamblea ejidal y los otros ejidatarios aumenta las posibilidades de que puedas seguir con tus planes.